Madrid. José Luis Ábalos, ex ministro de Fomento durante el primer gobierno del socialista Pedro Sánchez y ex secretario de Organización del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), y Koldo García, su asesor y una de las personas más próximas a Sánchez antes de su llegada al poder, ya se encuentran recluidos en la cárcel de máxima seguridad de Soto del Real. El juez del Tribuna Supremo, Leopoldo Puente, ordenó esta medida cautelar ante el inminente inicio de uno de los varios procesos penales que tienen pendiente, en relacionada con la compra de mascarillas durante la pandemia del covid-19 y en la que se les acusa de varios delitos graves, entre ellos el de integracionistas de organización criminal, cohecho, uso de información privilegiada, tráfico de influencias y malversación de caudales públicos.
Ábalos, que todavía tiene la condición de diputado de las Cortes españolas, se convertirá además en el primer parlamentario en funciones que entra en la cárcel en la historia reciente del país, con lo que además su escaño quedará desierto y él dejará de percibir su salario y ya no gozará de inmunidad. Su encarcelamiento cautelar era algo previsible, una vez que desde la Fiscalía Anticorrupción se había solicitado revisar su libertad bajo cargos ante el riesgo de fuga ante el inicio del proceso penal, por el que solicitan penas en su contra de hasta 24 años de cárcel.
El círculo político más cercano a Pedro Sánchez está en la mira de justicia, ese grupo de gente que le apoyo en los primeros dos de su andadura política al más alto nivel, cuando inició hace casi diez años su asalto al poder, primero con un enfrentamiento abierto contra el aparato de su propio partido, y después tejiendo los apoyos necesarios para llevar a cabo una histórica moción que defenestró del cargo de presidente del gobierno al derechista Mariano Rajoy y después le aupó a él al cargo, en el que lleva ya siete años. Ábalos fue una de las cuatro personas con las que recorrió el país en busca de apoyos entre las bases socialistas, a bordo de un ya famoso vehículo de la marca Peugeot, otro de ellos era Koldo García, un militante de base que se acabó convirtiendo en un operador de la corrupción más grave. Ábalos fue, de hecho, el responsable de darle la réplica durante la moción de censura a Rajoy, en el año 2018, en un discurso centrado casi exclusivamente en la lacra de la corrupción y los efectos nocivos en la democracia española. Otro hombre cercano a Sánchez y acusado de graves casos de corrupción es Santos Cerdán, a quien él mismo designó como secretario de Organización del PSOE en sustitución de Ábalos y que acaba de ser puesto en libertad condicional después de haber pasado más de 140 días en prisión por graves casos de corrupción. Es decir, que los dos ex secretarios de Organización del PSOE desde que Sánchez asumió la dirección del partido, además de un ministro de su primer gobierno, precisamente el que más dinero público maneja para obras de infraestructuras, se encuentran bajo la lupa de justicia y las pruebas que hay en su contra son contundentes y graves.
El caso de Ábalos es, si cabo más grave, puesto que además de los numerosos expedientes abiertos sobre manipulación de contratos de obra pública a cambio de comisiones, de presuntamente haber cobrado de una trama delictiva de fraude fiscal en el mercado de los hidrocarburos, también está siendo investigado por uno de los casos que están más claros, por la contundente de las pruebas, que es el que tiene que ver con la contratación en empresas públicas de sus propias amantes, que en realidad eran mujeres prostitutas que pagaba a través de la red criminal que se creó a su alrededor.