La representación del sector obrero organizado ante la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami) entregó su propuesta de incremento al salario mínimo para 2026, de 30.6 por ciento, y demandó que también se aplique para los ingresos profesionales.
José Luis Carazo, representante de este sector, señaló que esta propuesta busca ir disminuyendo el rezago histórico acumulado desde que se tuvo el mayor poder adquisitivo, en 1976, ya que si bien ha habido avances con los recientes incrementos al salario, éstos no han sido suficientes para restaurar la capacidad económica que han perdido los trabajadores.
Explicó que también solicitaron la eliminación del monto independiente de recuperación (MIR), que es una cantidad en pesos que se suma al salario mínimo para ayudar a recuperar su poder adquisitivo, pero sin afectar las negociaciones contractuales.
Sin embargo, “ha quedado claro” que la utilidad de esta herramienta, que se aplicó por primera vez en 2016, “se ha agotado”, ya que fue una medida temporal.
Los contractuales apenas subieron 14%
Los organismos representantes de los trabajadores consideran que esta figura debe desaparecer, debido a la compactación que han experimentado los salarios contractuales.
En este sentido, expuso que mientras el salario mínimo ha aumentado 146 por ciento en términos reales, los contractuales sólo lo hicieron 14 por ciento entre 2016 y 2025.
“El problema es que se están compactando todos los escalafones de las empresas; es decir, en muy poco tiempo corremos el riesgo de que todos los trabajadores estén ganando un salario mínimo, lo cual definitivamente inhibe la producción, la productividad y la competitividad”, subrayó.
De acuerdo con el documento entregado a la Conasami, el sector obrero –conformado por más de 20 sindicales– planteó restablecer la diferencia que existía en 2016 entre los salarios mínimos generales y profesionales, ya que se prevé un “escenario preocupante” en el cual los trabajadores perciban el mismo salario, independientemente del tipo de trabajo que realicen y de su especialización.
Expuso que hace nueve años existía una diferencia de entre 40 y 50 por ciento entre el mínimo general y los profesionales, la cual se ha reducido a cerca de uno por ciento.
“En 2016, la relación entre el salario mínimo general y los Profesionales presentaba una estructura más equilibrada, reconociendo el mérito, la calificación y la función de cada ocupación. En la zona libre de la frontera norte ya no existe distancia entre los salarios profesionales y el salario mínimo general de esta región”, recalcó.
Se espera que este jueves la Conasami convoque a su Consejo de Representantes para instalarse en sesión permanente para analizar las propuestas que aportaron diversos sectores.