Moscú. Al tomar la tribuna del Parlamento de Ucrania, la bancada del principal partido de oposición del vecino país eslavo propuso este martes la dimisión del gabinete de ministros completo, en lugar de votar la destitución de los dos ministros implicados en el escándalo de corrupción que sacude el país desde comienzos de la semana pasada, y formar un gobierno de unidad nacional.
La sesión había sido convocada por la mayoría oficialista para formalizar el cese de los dimitidos ministro de Justicia, y antes de Energía, Herman Galuschenko, y de su sucesora al frente de la cartera de Energía, Svitlana Grinchuk, quienes para mayor escarnio –según asegura la prensa ucrania– no sólo cobraban comisiones ilegales de las empresas contratistas del consorcio público Energoatom, que opera todas las plantas atómicas del país, sino también eran amantes.
“¿Por qué todo el gobierno? Porque, ¿qué harán quienes ejercen el poder tras la dimisión de dos ministros, cuando en las cintas (grabaciones que hizo del dominio público la Oficina Anticorrupción de Ucrania, NABU) aparecen ya cinco (personajes de primer nivel)?”, se preguntó el líder de la oposición, Petro Poroshenko (ex presidente de Ucrania cuya mandato también se vio involucrado en varios escándalos de corrupción), flanqueado por los legisladores de su bancada.
“Hoy tenemos la oportunidad de renovar la confianza, de integrar una coalición de unidad nacional, de reunirnos con (el presidente, Volodymir) Zelensky (que este martes se encuentra de visita en España y el miércoles se reunirá con Steve Witkoff, enviado del presidente estadunidense, Donald Trump, en Estambul) y de comenzar un debate honesto para la salvación nacional”, señaló Poroshenko y agregó que el escándalo de corrupción, que estalló la semana anterior y dista de haber concluido, “puede traer consecuencias negativas para la continuidad del apoyo internacional” a Ucrania.
Entre otros miembros del primer círculo del mandatario de Ucrania, Volodymir Zelensky, figuran en las grabaciones de la NABU el todopoderoso jefe de la Oficina de la Presidencia, Andriy Yermak, y el director del consejo para la seguridad nacional y ex ministro de Defensa, Rustem Umerov, ambos identificados como muy cercanos al controvertido magnate Timur Mindich, quien –de acuerdo con la investigación– encabezaba el grupo que se embolsó al menos 100 millones de dólares mediante prácticas de extorsión a los beneficiarios de adjudicaciones públicas.
Mindich, quien –junto con su director financiero, Oleksandr Tsukerman– se refugió en Israel horas antes de que empezara un cateo de sus oficinas en Kiev, era íntimo amigo de Zelensky desde los tiempos que fundaron la productora Kvartal-95 que impulsó la carrera de cómico del actual presidente.
Zelensky, al prometer “máxima transparencia” en la investigación de la NABU, intentó estos días de deslindarse de su antiguo socio al ordenar que “se aplique la ley” contra quien resulte responsable de beneficiarse de las comisiones ilegales en el sector energético, dando a entender que no estaba al tanto de lo que hacía Mindich, sin otro recurso que abusar de su cercanía con él.
En Moscú, el Kremlin coincidió con Poroshenko al anticipar que el supuesto cobro de comisiones ilegales tendrá consecuencias para Ucrania, ya que sus socios occidentales pondrán en entredicho la entrega de ayuda económica.
“Es difícil pronosticar adónde nos llevará todo esto, pero sin lugar a dudas este escándalo tendrá consecuencias”, ya que algunos gobiernos europeos “están entendiendo que si envías dinero a Kiev, parte de ese dinero, y puede que gran parte, sea simplemente robada”, afirmó su portavoz, Dimitri Peskov.
“Ya hemos escuchado que algunas capitales europeas ahora prefieren pensárselo diez veces antes de transferir aunque sea un centavo a Kiev”, remató.
No obstante, la Comisión Europea ofreció su respaldo a Zelensky el viernes pasado al decir que el presidente ucranio “se toma en serio” la investigación contra la corrupción en el sector energético.