Ciudad de México. Desde hace 20 años, cerca de 10 mil personas en carácter de no identificadas o identificadas sin reclamo, se encuentra en las fosas comunes del Panteón Civil Dolores, ubicado en Miguel Hidalgo, donde este martes inició el programa piloto de exhumaciones controladas de la mano con colectivos de madres buscadoras.
El proyecto, considerado como el más grande de México y Latinoamérica para la identificación de cuerpos, comenzó con la apertura de la fosa 26 en su nivel 15, que data de 2013 a 2015.
Durante un evento protocolario en este camposanto, el titular del Instituto de Ciencias Forenses y Servicios Periciales (Incifo), Arturo Gerardo Cervantes, refirió que una vez recuperados los cuerpos, comenzarán su identificación para completar un archivo básico.
Para eso se integró un equipo de especialistas en arqueología, antropología, criminalística, odontología, genética y fotografía, por mencionar algunos.
Refirió que de ese número total de cuerpos en fosas, 6 mil 618 cuentan con hipótesis de identificación.
Una vez recabada toda la información se ingresará a un sistema de gestión de información forense, indispensable para que se compare y reducir el universo de búsqueda, además de hacer un intercambio de huellas con el Instituto Nacional Electoral (INE), para fortalecer la identificación por perfiles genéticos.
Mientras está la construcción del Centro de Resguardo y Tratamiento (CRT) donde serán enviados los cuerpos, estos se quedarán en el INCIFO y en la fiscalía.
La fiscalía capitalina señaló que han logrado la identificación de 385 personas fallecidas y localizaron a 73 familias.
En el evento estuvieron madres buscadoras, el presidente del TSJ, Rafael Guerra, la Fiscal, Bertha Alcalde, el titular del Incifo, Arturo Gerardo Cervantes y el comisionado de Búsqueda, Luis Gómez.