El economista estadunidense Jeffrey Sachs afirmó que el finado ex vicepresidente Dick Cheney, durante su gestión como Secretario de Defensa, no se conformó con el desmantelamiento de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS); quería ver a Rusia desmembrada y fragmentada en pequeños países, en una entrevista titulada Why the West Hates Russia? (¿Por qué occidente odia a Rusia?).
"Ya en 1992, el entonces Secretario de Defensa Richard Cheney opinó que tras la desaparición de la Unión Soviética en 1991, también debía desmembrarse a Rusia”. La estrategia y el hilo de pensamiento que adoptó Washington no era solo de victoria, sino de asegurar que Rusia no volviera a constituirse como una gran potencia independiente.
Explica que la expansión de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) hacia el este (incluyendo antiguos países soviéticos o del bloque del Este) fue interpretada por Rusia como una amenaza existencial.
Sachs afirma que parte del “establishment” (establecimiento) estadunidense (militar, inteligencia y política exterior) veía a Rusia como un país que debía ser “contenido” o debilitado, no simplemente “integrado” en el orden internacional occidental.