Tultepec. Méx. Pobladores festejan el 150 aniversario de la procesión de "Los Farolitos" o “Paseo de los Muertitos”, tradición que de acuerdo a la creencia de los pobladores permite guiar las almas de los niños y niñas fallecidos, para ayudarlos a encontrar las casas de sus familias, como parte de las tradiciones del Día de Muertos.
Artesanos dedicados a la elaboración de los farolitos, informan que en una tradición que este año cumple 150 años, decenas de familias se reúnen en distintos puntos del municipio y a las 17 horas avanzan en caravana, en una ruta trazada por organizadores y la procesión termina en el centro de Tultepec, con la quema de una ofrenda pirotécnica.
Fue en el año de 1875, cuando la catequista Juanita Solano inició el tradicional paseo de los muertos, y en ese entonces por primera vez invitó a los niños y a sus familias a realizar una procesión para guiar a las almas de los fieles difuntos pequeños.
La procesión se realiza el día 31 de octubre, portando farolitos con una vela dentro, y así en la oscuridad de la tarde caminar por calles del municipio para guiar a las almas de niños y niñas recuerden el camino a casa de sus familiares, a quienes vienen a visitar cada Día de Muertos.
Entrada la tarde, y cuando comienza a oscurecer el pueblo de Tultepec (Capital de la Pirotecnia), familias y visitantes salen a la calle con sus farolitos elaborados con papel china de colores, estructuras de carrizo o palitos, equipados con un espacio para colocar una vela dentro, y acompañados con música de viento avanzan hacia el centro de Tultepec.
“El alma de los muertitos llegan desde este día, y con un mes de anticipación comenzamos a trabajar en la elaboración de los farolitos, con imágenes como el de la Catrina, barcos, estrellas, barcos, estrellas”, comenta Tania Oviedo Solano del taller Itlan de Huí, que mixteco significa Flor de Cielo.
Cientos de menores y adultos caminan con los faroles sostenidos con un palo largo en cuyo extremo va colocado el farol, algunos muy grandes de cerca de medio metro equipados con luces de focos conectados a chips de electricidad, y que alumbran con luz intermitente.
En el centro del municipio, una elegante Catrina monumental ataviada con vestido strapless, con los hombros huesudos al descubierto, elaborada a base de papel maché, con pintura de múltiples colores, pareciera que espera paciente a los caminantes; este año la estructura de al menos 20 metros de alta, fue elaborada por alumnos del Colegio de Bachilleres del Tecnológico de Tultepec.
La Plaza Hidalgo es punto de encuentro de múltiples festejos de habitantes de Tultepec, en ocasiones congrega a dolientes que llevan a sus difuntos al templo de Nuestra Señora de Loreto, o bien a quienes festejan al Santo Patrono de los pirotécnicos, San Juan de Dios, pero este viernes la tarde y noche de ilumina esta dedicada para recibir a las almas de los difuntos más pequeños.
Este año y en una tradición que suma a más personas , por primera vez se levanta un censo de farolitos, que se cuentan por cientos, pues tan sólo un taller elabora 300 de ellos para tenerlos listos para este día de procesión, sus costos van de los 80, 100 y 250 pesos, dependiendo de la figura y el tamaño.
El andar de los caminantes termina con la quema de juegos pirotécnicos, la degustación de antojitos mexicanos, y en el recorrido de algunas ofrendas de frutas, velas y flor de cempaxúchitl, ubicadas en la plaza principal, frente al Palacio municipal, donde inicia el festejo de Día de Muertos.