Minsk.- El encargado de negocios de Lituania en Minsk, Erikas Vilkanecas, fue convocado este lunes a la Cancillería de Bielorrusia, donde le entregaron una nota de protesta por el nuevo cierre unilateral de la frontera común a iniciativa de Vilna, informó el servicio de prensa del ente.
"El encargado de negocios de la República de Lituania en la República de Bielorrusia, Erikas Vilkanecas, fue convocado al Ministerio de Exteriores de Bielorrusia, donde se le entregó una nota de protesta debido al nuevo cierre unilateral de la frontera por parte de la República de Lituania, realizado sin una notificación previa", indica el comunicado.
La Cancillería precisó que la medida lituana afecta los derechos de los ciudadanos de no solo de Bielorrusia, sino también de Lituania y de la Unión Europea, al tiempo que demuestra el desprecio de Vilna por los principios fundamentales de la libre circulación, uno de los valores esenciales del espacio Schengen y de la UE en su conjunto.
El ente calificó las acciones lituanas de "antipopulares", señalando que "los ciudadanos comunes se convierten en rehenes de la coyuntura política".
"Bielorrusia, a diferencia de Lituania, aboga consistentemente por normalizar el diálogo y la cooperación práctica en materia de control fronterizo, lo que respondería a los intereses de los ciudadanos de nuestros países", subraya la nota.
La semana pasada, Lituania cerró varias veces los pasos en la frontera con Bielorrusia, vinculándolo con una incursión de globos meteorológicos que presuntamente transportaban cigarrillos de contrabando desde Bielorrusia. La circulación del transporte en algunos pasos todavía no se ha restablecido.
Este lunes, la primera ministra lituana, Inga Ruginiene, anunció que el Gobierno de Lituania va a debatir el miércoles 28 de octubre la propuesta de cerrar la frontera con Bielorrusia por un plazo indefinido, con excepciones para diplomáticos y ciudadanos de la UE.
La situación en la frontera de Bielorrusia con Letonia, Lituania y Polonia sigue siendo tensa, puesto que los tres países acusaron en repetidas ocasiones a Minsk de orquestar una crisis migratoria para desestabilizar a la UE en respuesta a las sanciones.
Bielorrusia, a su vez, negó categóricamente su implicación en la organización de la afluencia de los inmigrantes indocumentados.