Ciudad de México. Aunque el fantasma de Checo Pérez aún recorre el Autódromo Hermanos Rodríguez, otro mexicano atrae ahora el entusiasmo del público local en la Fórmula 1. Patricio O’Ward, regiomontano y piloto de reserva de McLaren, ha capitali-zado esa ausencia en el Gran Premio de México.
En el primer día de prácticas, tan sólo los números fueron bastante atractivos para los organizadores: más de 100 mil personas acudieron aun con la ausencia del piloto tapatío que ahora correrá por Cadillac la próxima temporada.
Las gradas que en otros años se entintaban del azul de Red Bull, hoy estallan en ese color jugo de naranja del equipo McLaren y demuestran que esta carrera parece impensable sin algún mexicano sobre la pista, no importa si sólo es para un recorrido de práctica libre. Aquí hace falta alguien de casa para contagiar entusiasmo.
La función que cumple O’Ward, de piloto de reserva para probar el monoplaza de Lando Norris, la describió hace unos meses como el “peor trabajo del mundo”, pues consiste en correr durante una o dos sesiones para que los ingenieros dejen el auto listo para competir en la carrera del domingo. El resto del tiempo durante un Gran Premio no hacen nada más y eso, expresó el regiomontano, es lo “miserable”. Por tal motivo dijo en aquella ocasión que de no conseguir un asiento titular, no se veía más allá de 2026 probando coches ajenos, ya que en IndyCar tiene un puesto fijo y de tiempo completo; ahí fue subcampeón este mismo año.
Desde que volvió el Gran Premio de México en 2015, Sergio Pérez acaparó toda la atención, pero tras su salida de Red Bull, y por lo cual no estará este fin de semana en la pista de la Magdalena Mixiuhca, se abrió una ventana de oportunidad para O’Ward. Esta vez abundan su imagen y los colores de McLaren entre los seguidores mexicanos.
En la primera sesión de prácticas de ayer, Pato lucía emocionado en su papel de héroe local. Sin Checo a la vista, el regiomontano fue quien provocó el entusiasmo de la gente.
“Me emociona estar aquí porque es la única oportunidad que tengo de estar en un auto frente al público mexicano”, señaló tras la práctica en la que culminó en lugar 13.
“Es una experiencia muy linda, igual a la que tuvimos el año pasado”, indicó O’Ward, quien en agos-to concluyó la temporada de IndyCar con un subcampeonato.
Tener a O’Ward de piloto de pruebas fue un rotundo acierto para los responsables del Gran Premio capitalino. Aunque los boletos salieron a la venta en noviembre, cuando Checo aún estaba en las filas de la escudería del Toro Rojo, sólo un mes más tarde salió de forma inesperada del equipo, tras una temporada que el tapatío describió “como una pesadilla”. El relevo entonces le correspondió por un día al regiomontano.
“Siempre es una chulada subirme a estos autos”, expresó conmovi-do ante la abundante presencia de aficionados con los llamativos colores de su equipo.
“Es una gran experiencia ver el naranja del equipo en las gradas y volver a casa”, soltó apresurado.
–¿Es posible este Gran Premio sin la presencia de un mexicano en la pista?
–No, algún día, algún día, afirmó alentado por el ambiente.
Max Verstappen, el tercero en la pugna por el campeonato, fue el más rápido en las prácticas libres, mientras en la primera el Ferrari de Charles Lecler tuvo el mejor tiempo.
Fue sólo una prueba para hoy, cuando busquen la posición para la salida en la carrera de mañana. El resultado de este Gran Premio será clave en la lucha por el título, donde Piastri va a la cabeza, seguido de Lando Norris, pero Versta-ppen ya acecha y con posibilidades de remontar cuando faltan cinco fechas para culminar la temporada.