París. El primer ministro de Francia, Sébastien Lecornu, sobrevivió este jueves a dos mociones de censura que podrían haber acabado con su frágil nuevo gobierno y sumido al país en un caos político aún mayor.
La votación en la Asamblea Nacional despeja el camino para que el asediado Lecornu enfrente lo que podría ser un desafío aún mayor: lograr que el presupuesto para 2026 de la segunda mayor economía de la Unión Europea pase por la poderosa pero profundamente dividida cámara baja del Parlamento antes de fin de año.
La supervivencia de Lecornu también evita la necesidad inmediata de que el presidente Emmanuel Macron disuelva de nuevo la Asamblea Nacional y convoque elecciones legislativas anticipadas, una opción arriesgada que el mandatario francés tomó en 2024 y que había indicado que podría tomar de nuevo si Lecornu caía.
El estrecho aliado de Macron enfrentó dos mociones de censura presentadas por los más feroces opositores del presidente francés: el partido de extrema izquierda Francia Insumisa y Marine Le Pen, de la formación de ultraderecha Agrupación Nacional, y sus aliados en el Parlamento.