Harrisburg. Un hombre que escaló una valla de seguridad de hierro en medio de la noche, eludió a la policía y utilizó botellas de cerveza llenas de gasolina para incendiar la mansión del gobernador de Pensilvania, en la que se encontraban sus ocupantes, se declaró culpable este martes de intento de asesinar al gobernador demócrata Josh Shapiro y otros cargos.
Cody Balmer también se declaró culpable de terrorismo, 22 cargos de incendio premeditado, incendio premeditado agravado, robo, agresión agravada a Shapiro, 21 cargos de imprudencia temeraria y merodeo en el ataque perpetrado el pasado 13 de abril que causó millones de dólares en daños al edificio de ladrillo, propiedad del estado.
En virtud de un acuerdo de culpabilidad, Balmer fue sentenciado a entre 25 y 50 años de prisión, mucho menos de lo que podría haber enfrentado si el caso hubiera ido a juicio. Se negó a hablarle al juez sobre el crimen, respondiendo preguntas con respuestas cortas y simples.
El abogado defensor Bryan Walk dijo que Balmer “asume toda la responsabilidad” y paga “un precio alto para un hombre de 38 años”.