Morelia, Mich. La Fiscalía General de la República (FGR), analiza la posibilidad de impugnar la liberación de los 38 miembros de la congregación religiosa La Luz del Mundo, detenidos el martes pasado en un campo de adiestramiento paramilitar en Michoacán.
Carlos Torres Piña, fiscal General de Michoacán, informó que personal a su cargo colabora con la FGR para la posibilidad de presentar la apelación a la liberación que la noche del viernes concedió Yaksi Kinari Alquicira Vázquez, Jueza de Distrito en Materia Penal de Michoacán.
El fiscal michoacano informó que la jueza determinó liberar a los 37 mexicanos y un estadounidense una vez que su defensa aportó documentación que justificaba que los detenidos, todos miembros de La Luz del Mundo, eran adiestrados por una empresa de seguridad privada.
“La Fiscalía (FGR) está en la posibilidad de presentar la apelación para revisar el tema, nosotros vamos a estar ahí apoyando en lo que ellos requieran y lo haremos con mucho gusto", dijo.
Torres Piña dejó en claro que no es común que una empresa de seguridad privada tenga un campo de adiestramiento paramilitar en Michoacán, por lo que la investigaciones continúan.
"Señalan que ellos estaban en una capacitación, seguimos indagando, no es común en la zona, en la región, que personas de varias partes del país -estén en adiestramiento- y vamos a seguir trabajando de la mano de la FGR para coadyuvar”, indicó.
Los 38 hombres fueron arrestados por la Guardia Civil la tarde del martes pasado, en un área de invernaderos, en el municipio michoacano de Vista Hermosa, colindante con el estado de Jalisco.
Los 38 varones realizaban un entrenamiento táctico operativo similar al que realizan las fuerzas armadas de México, con una pistola calibre 9 milímetros, así como 19 réplicas de pistolas y rifles de asalto, cuchillos, navajas, vestimentas tácticas, cascos balísticos, equipo de cómputo y de radiocomunicación, así como una “caja de simulación de bomba casera”.
Uno de los 38 detenidos dijo ser ciudadano de Estados Unidos, mientras que los restantes afirmaron ser originarios de los estados mexicanos de Michoacán, Jalisco, Nayarit, Estado de México y Guerrero.
Los detenidos, en sus primeras declaraciones, afirmaron que eran adiestrados para una presunta "guardia secreta" encargada de dar seguridad a líderes y templos de La Luz del Mundo.