Un hombre armado, que decía tener vínculos con la policía y que fue detenido el viernes después de ingresar al estadio de Arizona donde está previsto que se lleve a cabo el servicio conmemorativo del activista conservador Charlie Kirk el domingo, quedó libre bajo fianza aunque continúan las investigaciones, según autoridades locales.

Joshua Runkles, fue enviado a la cárcel del condado Maricopa bajos los cargos de portación de un arma en un lugar prohibido (considerado un delito menor), además de suplantación de identidad de un agente del orden público (delito grave), informó Telemundo 40.

En su cuenta de X, el vocero de Turning Point USA (TPUSA), Andrew Kolvet, expuso que Runkles realizaba un procedimiento de seguridad para uno de los invitados que se espera llegue a la conmemoración de Kirk, añadió el medio estadunidense.

“Esta persona se encargaba de la seguridad anticipada de un invitado conocido que planeaba asistir al servicio conmemorativo mañana. No creemos que esta persona intentara nada malicioso; sin embargo, la seguridad anticipada no se realizó en la debida coordinación con el equipo de seguridad de TPUSA (Turning Point, por sus siglas en inglés) ni con el Servicio Secreto de Estados Unidos.

“También es importante señalar que esto ocurrió antes de que el sitio estuviera completamente sellado y cerrado. Se están tomando todas las precauciones para garantizar la seguridad de todos”, agregó el vocero de la fundación de Kirk.

Está previsto que el presidente Donald Trump, el vicepresidente JD Vance y varios miembros del gabinete hablen en el servicio, con estrictas medidas de seguridad establecidas .

Kirk fue un asesor cercano de la Casa Blanca, y Trump le atribuye el mérito de haber reforzado el voto juvenil en la campaña electoral de 2024.

El hombre, que en un principio no fue identificado, ingresó al estadio State Farm en Glendale, Arizona, y fue observado “exhibiendo un comportamiento sospechoso”, según un comunicado publicado el viernes por la noche.

Cuando los agentes del Servicio Secreto se acercaron a él, afirmó ser miembro de la policía y dijo que estaba armado.

“El individuo no es miembro de las fuerzas del orden autorizadas que trabajan en el evento y actualmente se encuentra bajo custodia”, dijo el servicio, y agregó que no había sido arrestado hasta el viernes por la noche.

“El Servicio Secreto de Estados Unidos y las autoridades locales están investigando las circunstancias que llevaron a su presencia en ese lugar”, añadió.

El hombre tenía al menos una pistola y un cuchillo cuando fue detenido, informó The Washington Post, citando a un funcionario policial familiarizado con el asunto, que habló bajo condición de anonimato porque la investigación está en curso.

También mostró “credenciales policiales inactivas” y dijo a los agentes del Servicio Secreto que estaba allí para brindar seguridad privada, agregó el funcionario.

El Departamento de Seguridad Nacional ha designado el monumento conmemorativo de Kirk como un evento de Nivel 1 en la Clasificación de Evaluación de Eventos Especiales (SEAR). Esto permite al gobierno federal asignarle amplios recursos de seguridad, al mismo nivel que eventos como el Super Bowl, que anteriormente se ha celebrado en el mismo estadio.

Quienes deseen asistir al servicio conmemorativo del domingo estarán sujetos a estrictos controles de seguridad. No se permitirá el ingreso con bolsos de ningún tipo.

Según el funcionario, los equipos del Servicio Secreto han estado sobre el terreno durante varios días coordinando la seguridad con otros funcionarios policiales federales, estatales y locales. Este sábado se instaló un perímetro de seguridad alrededor del estadio.

Kirk, de 31 años, fue asesinado a tiros durante un evento al aire libre en la Universidad del Valle de Utah el 10 de septiembre. Tyler Robinson, de 22 años, fue detenido al día siguiente después de entregarse.