Shakira fue espectacular, facturó sin piedad e hizo historia en la Ciudad de México, donde cautivó con gran éxito este jueves en el último concierto de las 12 fechas que protagonizó en el Estadio GNP Seguros, en Las mujeres ya no lloran World Tour.
La expectación por atestiguar el espectáculo de la cantante y compositora colombiana en el recinto de Iztacalco se reflejó en los miles de seguidores que llegaron con coronas -unas doradas en cartón y otras lumínicas-, además de pelucas moradas y atavíos que imitaban los que ha alguna vez ha lucido la intérprete de Chantaje, Loca y La tortura.
La cantante corroboró “el inicio de su romance con México” y hacia el final interpretó con mariachi un clásico de Javier Solís: Sombras nada más.
Shakira salió al escenario a las 21:50 horas y el recinto se iluminó con las miles de luces que emergieron de cada una de las 66 mil pulseras que se repartieron al público. Se desató la locura. Se escuchó La fuerte, Girl like me, Las de la intuición y Estoy aquí.
Las pantallas mostraron a la cantante y sus bailarinas, juego de luces, imágenes diversas, fuegos artificiales y una formidable producción que atrapó sin viaje de regreso a los miles de fanáticos que recompensaron a Shakira con ovaciones y acompañándola a todo pulmón en Empire, Inevitable y Te felicito.
La loba aulló, se sinceró y dijo que aunque su vida no ha sido fácil en los últimos años, “de las caídas nadie se salva”.
Enfatizó entre aplausos: “si las mujeres nos caemos nos levantamos más sabias, fuertes y resilientes”.
También agradeció a México, país que la “hizo sentir en casa”.
“Muchas gracias ha sido inolvidable; gracias a la vida que tiene otras formas de recompensar”.
Acróstico, Copa vacía, La bicicleta, La tortura y Hips don’t lie. El baile que se armó en gradas pareció que iba desbaratar las estructuras. En tanto, Shakira continuaba con su sensual y sugestivo movimiento corporal, del parece nunca agotarse. La gran energía, fortaleza y vitalidad provocaron en su multitudinario público más catarsis y regocijo.
Con Chantaje -donde se muestra en su camerino cantando mientras se cambia ropa- salió para lucir su estilo rítmico, barranquillero y latino.
Chantaje, Monotonía, Adiccted to you, Loca, Soltera, entre otras rolas como Pies descalzos, Antología, Poem to a hourse y Te aviso, te anuncio quedarán en la memoria de quienes llegaron contra viento y marea al inmueble de Iztacalco.
Entre los logros de Shakira, de 48 años, en su tour Las mujeres ya no lloran está el convocar a más de 780 mil seguidores tan solo en las 12 fechas en la Ciudad de México. Sin contar los demás conciertos alrededor del país, con los cuales sobrepasó por mucho el millón de asistentes.
“Es bonito el amor por el otro, pero más bonito el amor propio”, sentenció la intérprete de Whenever, whereber y Waka, Waka.
She wolf y BZRP Music sesión cerraron gloriosas una noche donde Shakira fue imparable y se coronó como una mega estrella en territorio mexicano. Al despedirse a la medianoche, la loba volvió a aullar tras develar sus alegrías, tristezas y vulnerabilidad en el Estadio GNP Seguros.
Hace un mes diversos medios como Billboard reportaron que tras siete años de ausencia “no solo le acreditó a la superestrella colombiana varios récords inéditos, sino también estableció un precedente histórico al impulsar el turismo y lograr una millonaria derrama económica en las tres principales ciudades del país con la segunda economía más grande de América Latina después de Brasil”.
Al margen de los miles de asistentes en el GNP, sumó otros miles en Tijuana, Hermosillo, Chihuahua, Torreón, Monterrey, Guadalajara, Querétaro y Puebla.
El próximo día 24 llevará su espectacular producción al estadio Luis Pirata de la Fuente y continuará con su energética, multicolor, rítmica, catártica y sanadora gira en varias ciudades de Estados Unidos y Latinoamérica.
