Nuevo Laredo, Tamps. Las revisiones implementadas por la Guardia Nacional en el Puente Internacional II “Juárez–Lincoln” provocaron un severo congestionamiento vehicular que evidenció la falta de personal y planeación logística en los filtros de seguridad fronteriza.
Desde primeras horas del día, automovilistas reportaron demoras de hasta tres horas para cruzar hacia Laredo, Texas, pese a que la plataforma del puente permanecía despejada. La fila de vehículos se extendió desde las casetas de peaje hasta el cruce con el bulevar Luis Donaldo Colosio, generando afectaciones a cientos de usuarios.
El operativo consistió en la detención de todos los carriles para llevar a cabo revisiones aleatorias, lo que, según testigos, ralentizó el paso de manera significativa debido al número limitado de elementos encargados del procedimiento.
“Este tipo de operativos deberían estar mejor coordinados. No se trata de frenar la seguridad, pero sí de hacerlo sin colapsar una ciudad que depende del flujo fronterizo diario”, opinó Mariana López, madre de familia que llevaba a sus hijos a una cita médica en Estados Unidos.
Los cruces fronterizos son una vía esencial para trabajadores, estudiantes y comerciantes, por lo que las interrupciones prolongadas impactan no sólo en tiempos de traslado, sino en actividades económicas y personales.
El principal punto de crítica de los automovilistas fue la aparente contradicción entre la intención de reforzar la seguridad y la falta de recursos logísticos: escaso personal, ausencia de carriles alternos y una revisión que, lejos de ser selectiva, parece buscar abarcar a todos los vehículos.
“Lo que molesta no es la revisión, sino que no tengan la capacidad para hacerla sin colapsar todo el puente. Uno entiende que hay riesgos, pero esto ya es una constante”, expresó Miguel Rangel, usuario frecuente del cruce.
Los operativos de revisión en la frontera solían intensificarse los fines de semana o fechas festivas, pero en las últimas semanas también se han implementado en días hábiles, lo que ha tomado por sorpresa a muchos ciudadanos que cruzan diariamente por razones laborales, educativas o médicas.