Cuernavaca, Mor. Después de sepultar los restos de Andrea Maylin Chino Ramos, de 22 años, quien fue asesinada presuntamente por su pareja sentimental el 20 de junio, sus familiares y amigas exigieron al gobierno del estatal y a la Fiscalía General del Estado (FGE) justicia por su feminicidio.
Los familiares de Andrea Maylin, quienes se enteraron de su desaparición tres días después de que su pareja les dijera que se había ido sin dejar rastro, realizaron, junto con la colectiva Existimos Porque Resistimos, tres marchas para exigir al gobierno estatal, que encabeza Margarita González Saravia, y a la FGE, su localización con vida.
Una marcha fue el 1° de julio en el municipio de Yautepec, de donde era originaria Maylin; la segunda fue el 18 de julio en Cuautla, debido a que ahí se encuentra la fiscalía de la zona oriente que llevó este caso; y la tercera fue un plantón frente a la FGE, en Temixco, dependencia que encabeza Edgar Maldonado, desde agosto pasado.
El cuerpo de Maylin fue entregado a sus padres el pasado 30 de agosto, luego de que semanas antes los restos de la joven, madre de una niña, fueron localizados enterrados en un predio del municipio de Tlayacapan. Aparentemente, el predio era propiedad de la familia de la pareja de Maylin.
La colectiva Existimos Porque Resistimos subió el lunes 1° de septiembre a sus cuentas de redes sociales la foto de la tumba de Maylin, así como un pronunciamiento en el que exigen justicia para la joven. En este pronunciamiento, recalcaron: “Maylin no murió: fue asesinada y desaparecida”.
En el pronunciamiento, agregaron que la joven tenía 22 años y una niña pequeña, y que le arrebataron la vida “con violencia”. “No murió: fue asesinada y luego desaparecida, en un intento cruel por borrar el crimen, por silenciar su historia, por perpetuar la impunidad que tantas veces se impone sobre los cuerpos de las mujeres. Pero no lograron callarla”.
“Su nombre resonó en las calles de Yautepec, Cuautla y Temixco. Su rostro fue sostenido por las manos firmes de sus padres, quienes la buscaron con esperanza, con amor, con una fe que se mantuvo viva incluso cuando el proceso judicial parecía destinado al olvido. Ellos no se rindieron. Tampoco lo hicieron sus compañeras de la colectiva Resistencia Feminista Yautepec, quienes tejieron redes, alzaron la voz, y exigieron justicia desde el primer día”.
Después de que los restos de Maylin fueron localizados y entregados a sus familiares, quienes le dieron cristiana sepultura, la colectiva y sus familiares sostuvieron que “hoy, ante el dolor inmenso de su pérdida, nos unimos en duelo, pero también en exigencia. Porque Maylin merece justicia. Porque su feminicidio no puede quedar impune. Porque su historia es la de muchas, y su nombre debe ser pronunciado con dignidad, con rabia, con ternura”.
Y se pronunciaron porque la memoria de Maylin los convoque a seguir luchando para localizar a cada una de las mujeres desaparecidas que hay en Morelos, y “que su nombre sea semilla de justicia”, concluyeron.