Tokio. La economía de Japón se expandió 1 por ciento anualizado en el trimestre abril-junio, mostraron el viernes datos gubernamentales, superando las previsiones, aunque los analistas esperan que el impacto total de los aranceles estadunidenses en el crecimiento no se vea hasta futuras publicaciones.
Las exportaciones resilientes y el gasto de capital apuntalaron el crecimiento en el segundo trimestre, según datos divulgados este viernes tiempo local (15 horas más que el centro de México), probablemente respaldando los argumentos para que el Banco de Japón reanude el aumento de las tasas de interés y normalice la política monetaria.
Pero los economistas advierten que las incertidumbres económicas globales alimentadas por los aranceles estadonidenses podrían pesar sobre la cuarta economía más grande del mundo en los próximos meses.
El aumento del producto interno bruto (PIB) se compara con las expectativas medianas del mercado de un aumento de 0.4 por ciento en una encuesta de Reuters y siguió a un aumento revisado de 0.6 por ciento en el trimestre anterior.
La lectura se traduce en un aumento trimestral de 0.3 por ciento, mejor que la estimación media de un aumento de 0.1 por ciento.
El consumo privado, que representa más de la mitad de la producción económica, aumentó 0.2 por ciento, frente a una estimación del mercado de un incremento de 0.1 por ciento. Creció al mismo ritmo que el trimestre anterior.
Las tendencias del consumo y los salarios son factores clave que el Banco de Japón está observando para evaluar la fortaleza económica y determinar el momento de su próxima acción sobre las tasas de interés.
El gasto de capital, un impulsor clave de la demanda interna, aumentó 1.3 por ciento en el segundo trimestre, frente a un aumento de 0.5 por ciento en la encuesta de Reuters.
La demanda externa neta, o exportaciones menos importaciones, contribuyó con 0.3 puntos al crecimiento, frente a una contribución negativa de 0.8 puntos en el periodo enero-marzo.
La semana pasada, el gobierno redujo su pronóstico de crecimiento ajustado a la inflación para este año fiscal a 0.7 por ciento desde 1.2 por ciento proyectado inicialmente, prediciendo que los aranceles estadunidenses desacelerarían el gasto de capital mientras que la inflación persistente pesa sobre el consumo.
Hasta ahora, las exportaciones han evitado un impacto importante de los aranceles estadunidenses, ya que los fabricantes de automóviles japoneses, los mayores exportadores del país, han absorbido en su mayoría los costos arancelarios adicionales al reducir los precios en un intento por mantener las plantas nacionales en funcionamiento.
Sin embargo, los economistas esperan que las exportaciones sufran en los próximos meses a medida que comiencen a trasladar los costos a los clientes estadunidenses.