Buenos Aires. La madres de Plaza de Mayo, Enriqueta Maroni y Dolores Noemí López Candal de Rigoni, alias Lolín, fallecieron este martes a los 98 y 100 años respectivamente.
"¡Hasta siempre, Enriqueta Madre de Juan Patricio y María Beatriz Maroni, militantes de Montoneros detenidos-desaparecidos por el terrorismo de Estado el 5 de abril de 1977. Integrante de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora Abrazamos profundamente a la familia y a las Madres", dijo en X Hijos Capital (Hijos e Hijas por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio).
En 1977, dos de los cuatro hijos de Maroni fueron secuestrados junto a sus parejas por el Primer Cuerpo del Ejército; según testigos, estuvieron detenidos en el centro clandestino Club Atlético.
La esposa de uno de los hijos de Maroni fue liberada días después; no obstante, los demás siguen desaparecidos.
Maroni, quien fue docente y presidenta de la asociación entre 2022 y 2024, fue una de las madres que figuran en el documental que realizó la televisión holandesa durante la cobertura del Mundial de 1978, y que comenzaron a visibilizar el terrorismo de Estado argentino al extranjero.
"Han venido a nuestras casas. Las han allanado, han robado cuanto han querido, han destrozado las casas, porque las han destrozado y robado todo lo que tenemos. Y además, a nuestros hijos nos han robado. Y nunca jamás supimos más nada de ellos. ¡El Ejército lo ha hecho ¡El ejército lo ha hecho", afirmó Maroni en el documental.
Según Abuelas de Plaza de Mayo, la hija de Maroni estaba embarazada de uno o dos meses cuando fue secuestrada.
Este martes también falleció Dolores Noemí López Candal de Rigoni a los 100 años.
"¡Hasta siempre, Lolín Rigoni Madre de Roberto Rigoni, militante de Montoneros secuestrado por el terrorismo de Estado el 16/4/1977 y asesinado. Su cuerpo apareció sin vida el 20/4/1977. Nuestro abrazo para la familia y compañeras de Dolores Noemí López Candan de Rigoni", afirmó Hijos Capital en X.
Lolín, quien vivía con su marido en Neuquén (suroeste), tuvo tres hijos y uno de ellos, Roberto, fue secuestrado por la dictadura cívico-militar el 16 de abril de 1977 en Buenos Aires cuando tenía 23 años.
"Quizás lamento no haber tenido más charlas con él. Él estaba dedicado a la causa", dijo Rigoni, de acuerdo al perfil que publica Nova Neuquén.
Rigoni interpuso un hábeas corpus para saber el paradero de su hijo y el Estado respondió que había fallecido; pasaron cuatro años hasta que le entregaron el cuerpo.
