Ciudad de México. El terremoto de magnitud de 8.8 en la península de Kamchatka, al oriente de Rusia, tuvo una relevancia internacional por ser uno de los más intensos en los recientes años y el nivel de alertas activadas en distintos puntos de la región, señalaron integrantes del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
En entrevista, Ekaterína Kazáchkina, miembro del Departamento de Sismología, precisó que los recientes terremotos superiores a una magnitud de 8 fueron los de 2021 y se registraron en Alaska, con una magnitud de 8.2, más los de Nueva Zelanda y las Islas Sandwich, ambos con una magnitud de 8.1. Previo a ellos, se detectaron otros de mayor intensidad, como el de Indonesia, en 2004, de magnitud 9.3 y el de Japón, en 2011, de magnitud 9.1.
Tras el sismo de Kamchatka, la especialista anotó que se levantaron múltiples alertas de tsunami que alcanzaron a Japón, Hawai, Alaska y en las costas del Pacífico mexicano. Las primeras olas de tsunami llegaron a las 5:30 horas a territorio nacional, específicamente las costas de Manzanillo, Colima, con una altura de un metro,lo que no representó ningún tipo de peligro, anotó.
Además, Kazáchkina detalló que el terremoto desencadenó otros sistemas, como la activación volcánica en la península rusa y perturbó la fauna marina de otros países, como Japón, donde las belugas encallaron en las costas.
Destacó que actualmente en la zona epicentral del terremoto se registran múltiples réplicas de magnitud 5.5 a 6.9, un fenómeno que podría durar días o semanas. Comentó que las réplicas pueden durar hasta años, como sucedieron con las del sismo de 2017 en Chiapas, pero sus intensidades disminuyen conforme pasa el tiempo.
Previo al terremoto, explicó que desde el 20 de julio se detectaron múltiples sismos de magnitudes 6.5 a 7.4 en la zona epicentral, por lo que ahora ya son considerados como precursores de este gran terremoto. Anteriormente ocurrió otro movimiento de magnitud 5.1, lo que la comunidad científica ya discutía podría ser un precedente de un gran sismo, comentó.
Al estar en la zona de subducción entre la placa del Pacifico y Norteamérica, Kazáchkina comentó que Kamchatka es un punto altamente sísmico, y cada año se registran eventos de magnitudes 5.5 o 6.5. Recordó que la región fue azotada por un sismo de magnitud 9 en 1952.
Con base en los registros históricos en esta región, estimó que los terremotos por arriba de una magnitud de 8 podrían ocurrir cada 75, 80 o 100 años, pero especificó que no existe algún método o tecnología que pueda predecir estos eventos.