No lo consiguió, pero demostró que aún conserva la clase y potencia que lo convirtió en uno de los mejores púgiles de las décadas recientes. Manny Pacquiao no logró volver a ser campeón del mundo, ahora con 46 años de edad y tras no pelear desde 2021. El combate ante el monarca wélter del CMB, el estadunidense Mario Barrios, terminó en un empate mayoritario esta noche en Las Vegas y por lo tanto conservará el título.
A pesar de los años, el filipino tuvo visos del increíble peleador que fue en sus mejores años. Ágil y explosivo, veloz, sí, pero sin la contundencia y dominio con los que tejió su historia en los cuadriláteros en tres décadas de carrera.
Cuando Manny Pacquiao debutó en enero de 1995, su rival de esta noche en Las Vegas, Mario Barrios, aún no nacía. La diferencia de edad es de 16 años, pero regalaron una función con matices de historia inolvidable.
Ya se había dicho lo evidente: alguien como Pacquiao no volvía de su retiro de cuatro años para embolsarse unos 18 millones de dólares, según versiones no oficiales. En los motivos del filipino había algo más grande, mucho más decoroso en este retorno.
Volvió después de entrar al Salón de la Fama del Boxeo, algo que nadie ha hecho antes, pues suelen incorporarlos en ese Olimpo cuando los peleadores ya se han retirado de manera definitiva. Manny no, el regresó a los 46 años porque quería superar lo que logró George Foreman al convertirse campeón cuando tenía 45 años y estar cerca de Bernanrd Hopkins, el monarca más veterano en la historia que se coronó a los 48. Pacquiao estaba de vuelta para la épica y la proeza.
Mario Barrios abusó de la precaución. No se metió al combate sino ya muy avanzado, apenas soltó los puños en el tercer episodio y en el último exhibió su mejor versión y el porqué de su campeonato wélter.
En cambio, Pacquiao estaba en su momento de demostrar lo increíble. Ágil y veloz, explosivo aún, pero sin esa contundencia que tuvo en sus mejores peleas. Aún así, este era un peleador digno y asombroso, que por momentos parecía digno de llevarse la victoria.
“Creo que gané la pelea”, dijo al final Pacquiao.
“Fue un combate muy cerrado ante un rival muy difícil. Trabajé duro y con mucha disciplina para estar en esta forma, me he mantenido bien físicamente. Yo busqué la manera de terminar la pelea mejor, pero mi adversario fue muy hábil. Creo que lo que quiero hacer con esta pelea es inspirar a tanta gente para que sepa que pueden se puede conseguir lo impensable”, agregó el filipino.
Aplasta Pitbull a Omar Salcido
En otro combate, Isaac Pitbull aplastó a Omar Salcido para coronarse como nuevo campeón interino en peso superligero del CMB. Fue una demostración de lo mejor que tiene el peleador que suele subir al cuadrilátero con una máscara de perro.
Pitbull golpeó con furia a Salcido en los diez asaltos que estuvo pactada la pelea a pesar de ser por título mundial. Cruz tuvo el nocaut en los guantes, pero el adversario se mantuvo sorpresivamente de pie y la campana lo salvó de irse a la lona.