Madrid. El Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) decidió seguir adelante con la operación de adquisición, a través de una oferta hostil, de la entidad financiera catalana Banco Sabadell, que tiene como negocio principal el crédito y las cuentas de pequeñas y medianas empresas. La decisión la adoptaron tras “evaluar” las condiciones impuestas por el Ejecutivo español, del socialista Pedro Sánchez, que en el Consejo de Ministros del pasado 24 de junio acordó imponer un plazo de hasta tres años, prorrogable a dos más, para que se formalice la fusión de ambas bancos.
La operación iniciada por el BBVA siempre ha tenido en contra al poder político, sobre todo desde Cataluña, donde prácticamente todos los grupos parlamentarios, con más vehemencia los independentistas, han hecho campaña para impedir la operación al sostener que correría en riesgo “la identidad” del banco catalán y dejaría huérfanos a miles de pequeños y medianos empresarios.
El BBVA explicó en un mensaje de su presidente, Carlos Torres, que finalmente decidieron seguir adelante con la operación porque “el proyecto crea un enorme valor para los accionistas de ambas entidades y representa una oportunidad única para construir uno de los bancos más competitivos e innovadores de Europa. Juntos, seremos una entidad más sólida, con mayor escala y con capacidad para aumentar en cinco mil millones de euros anuales la financiación a familias y empresas, impulsando así el crecimiento económico de nuestro país”.
El gobierno español autorizó la operación, pero impuso la condición, adicional a los compromisos asumidos por BBVA ante la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia (CNMC), de que ambas entidades mantengan, durante un periodo de tres años, su personalidad jurídica y patrimonios separados, así como autonomía en la gestión. BBVA actualizará y publicará toda la información relevante una vez obtenga la aprobación del folleto de la oferta pública de adquisición por parte de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Dicha aprobación se producirá, previsiblemente, en las próximas semanas. Con esta operación, BBVA y Banco Sabadell conformarían la segunda mayor entidad financiera en España por volumen de crédito, por detrás de Caixabank.