Tecámac, Méx. "Los defensores de los derechos humanos no mueren, pueden dejar este mundo físicamente, pero su espíritu sigue presente en cada causa justa, en cada voz que se alza contra la injusticia, en cada acto de solidaridad y Wilner Metelus vive en las manos que siguen construyendo dignidad, en las palabras que denuncian el racismo, en los corazones que no se resignan ante la desigualdad”; así fueron las palabras para despedir y homenajear al defensor de los derechos de los afroamericanos, Wilner Metelus.

Este jueves, amigos, compañeros de lucha y funcionarios de la embajada de Haití en México acudieron a dar el último adiós a Wilner en la parroquia de Santa Cruz en el centro de Tecámac, donde se llevó a cabo la misa de cuerpo presente del activista, que fue encontrado muerto el pasado 10 de junio en su domicilio en Hacienda del Bosque. En su momento la Fiscalía General de Justicia (FGJEM) informó que falleció en su casa de un infarto agudo al miocardio.

En la homilía celebrada por el padre haitiano Adán y amigo de Wilner; se le rindió un homenaje al presidente del Comité Ciudadano en Defensa de los Naturalizados y Afremexicanos.

“Su vida fue semilla, y esa semilla seguirá dando frutos. Metelus eligió el camino del servicio, de la justicia y de la dignidad humana. No buscó poder ni riqueza, sino la transformación social. Y por eso, su nombre queda grabado en la historia de las luchas por los derechos humanos en América Latina”.

“Metelus no fue un hombre cualquiera, fue un luchador incansable por la justicia, un defensor de los derechos humanos, un hombre que no se quedó indiferente ante el sufrimiento de los más pobres, de los migrantes, de los afrodescendientes. En su lucha, podemos ver reflejada la luz del Evangelio, que nos llama a amar al prójimo como a nosotros mismos, a estar al lado de los que sufren, a poner en práctica el mandamiento más grande: el amor”, dijo el padre.

Destacó que Metelus fue fiel a su conciencia, a su pueblo, y a la dignidad de todo ser humano y defendía solamente a los haitianos, sino un verdadero defensor universal de los derechos humanos.

“Nunca quiso identificar sus acciones como algo relacionado únicamente con Haití. Actuaba como un verdadero mexicano. Su misión era recordarle al gobierno mexicano la importancia de tratar a las personas con respeto y dignidad. Su compromiso trascendía nacionalidades, razas y fronteras.
Luchó incansablemente por todas las personas que sufrían discriminación, marginación o cualquier forma de injusticia”.

El embajador de Haití en México, Hubert Labbe afirmó que el trabajo y la entrega de Wilner dejó una profunda huella y ha inspirado a mucha gente en la lucha por los derechos humanos y el humanismo.

“Es valioso su trabajo en favor de los refugiados porque efectivamente estamos en la misma misión, es el valor de humanismo, sobre todo, nada que ver con política gubernamental y se inspira en ese humanismo, gracias a esa situación los gobiernos municipales y estatales reflejan sobre eso y vienen con ayuda y leyes que emanan de ese humanismo. Y aquí México particularmente ha demostrado mucha solidaridad con los migrantes”, expuso.