Ciudad de México. Activistas de Amnistía Internacional México realizaron un cacerolazo frente a la Embajada de Estados Unidos para exigir a este país que frene las redadas contra migrantes y la gestión militarizada que está llevando a cabo en varias ciudades, particularmente en Los Ángeles, California.
“El migrante es el futuro, no el enemigo”; “La migración es un derecho, no un crimen”, y “No están solos”, fueron algunas de sus consignas.
Edith Olivares, directora ejecutiva de AI México, expuso que Estados Unidos “está viviendo un gobierno sumamente regresivo en materia de derechos humanos”.
Las redadas “han sido una práctica generalizada. Sin embargo, lo que estamos alertando en este momento es que frente a las protestas de las personas migrantes en diferentes lugares del país, que en su mayoría son pacíficas y que se están dando en el marco del ejercicio de libertad de expresión y reunión pacífica, el gobierno del presidente Donald Trump ha lanzado una política altamente agresiva”.
Se ha enviado, ahondó, “a la Guardia Nacional y después Marines con un ejercicio de fuerza militarizada en la gestión de la migración que está amedrentando y generando terror en las comunidades”.
Alertó que en las protestas también ha habido “detenciones arbitrarias, el riesgo, por supuesto, de tortura, malos tratos o tratos crueles e inhumano”.
Olivares indicó que también desde Amnistía Internacional “ya hemos venido documentando actos de humillación, de maltrato hacia las personas migrantes, separaciones y violaciones a todos los derechos humanos”.
El llamado, destacó, es que el gobierno del presidente Trump “cese esta escalada. La obligación de la autoridad es disminuir la escalada de violencia que se puede estar dando de represión, y más bien gestionar la migración respetando los derechos de las personas que están, independientemente de su condición de documentación”.
Igualmente hizo un llamado al gobierno mexicano “a mantener la política de protección de los mexicanos que están en Estados Unidos”.
Las activistas, quienes portaron pancartas, cacerolas y banderas de Palestina, también hicieron un llamado a la comunidad internacional a proteger los derechos de las personas que están en la franja de Gaza y a que se garanticen los derechos de quienes estaban en la flotilla que iba a entregar ayuda humanitaria. “Alto al fuego”, “No es una guerra, es genocidio”, exclamaron.