El libro Original Sin (Pecado original), escrito por Jake Tapper, de la cadena de noticias CNN, y Alex Thompson, de noticias Axios, es el más vendido en Estados Unidos.
Su éxito radica en que en él describen claramente cómo los integrantes del círculo íntimo del ex presidente Joe Biden hicieron todo lo posible para ocultar el deterioro mental que padecía.
Sugieren que su esposa, Jill, tomó medidas extraordinarias para protegerlo de los titulares negativos, y que fue la peor cómplice de Biden, pues no sólo no lo instaba a retirarse, sino que ocultaba su declive al mundo, a sus asesores e incluso a su marido, con 82 años a cuestas y medio siglo de servicio público.
Los autores entrevistaron a más de 200 personas, muchas del Partido Demócrata, buena parte de las cuales señalan cómo Jill se convirtió en una de las primeras damas más poderosas de la historia, que disfrutaba ese papel y exigía actos especiales durante los viajes del presidente al extranjero. Y fue una de las principales defensoras de la decisión de Biden de postularse a la relección.
Grave error, afirman los periodistas, al describir la forma en que el estado de salud de Biden durante su frustrada campaña presidencial de 2024 era tan precario, que sus colaboradores consideraron la posibilidad de ponerlo en silla de ruedas. Aunque uno de ellos afirma ahora que la evidencia de envejecimiento no es de incapacidad mental, y que fue un presidente muy eficaz.
También señalan que Biden, su familia y su equipo dejaron que sus intereses personales y el miedo a otro mandato de Donald Trump justificaran el intento de mantener a un anciano, a veces confuso, en el despacho oval durante cuatro años más.
Y que, si bien el deterioro cognitivo del mandatario había ocupado portadas durante todo el año, su lamentable actuación en el debate que sostuvo el 27 de junio de 2024 contra Donald Trump, con voz desgastada y un discurso vacilante y confuso, debió ser la sentencia definitiva para su ambición electoral.
Pero Joe Biden tardó un mes en anunciar su retirada, una semana después del intento de asesinato de Trump durante un mitin en Pensilvania, hecho que desencadenó su apoyo entre el electorado. Y su segundo mandato, peor que el primero.