Ciudad de México. La economía mexicana creció 0.2 por ciento en el primer trimestre del año, apenas a flote por un repunte en las actividades agropecuarias, mientras a tasa anual su avance fue de 0.6 por ciento. Estos datos confirman la información oportuna dada a conocer por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y el que la economía mexicana esquivó una recesión técnica, pero no un estancamiento.

Al cierre de abril el Inegi ya había publicado el dato oportuno del producto interno bruto (PIB) trimestral con las mismas variaciones: un crecimiento de 0.2 por ciento en el primer trimestre del año y de 0.6 por ciento a tasa anual. Esto, sumado a datos de la actividad económica publicados a inicio de esta semana ya daban cuenta de que la economía mexicana reporta un avance mínimo, cercano a cero.

Por sectores económicos, en el primer trimestre de 2025 las actividades primarias –que incluyen el sector agropecuario– fueron las únicas en repuntar respecto al último cuarto del año pasado, al registrar un avance de 7.8 por ciento. Sin embargo sólo representan 3.6 por ciento del PIB mexicano y de ahí que la debilidad en las industrias (secundarias) y servicios (terciarias), ambas con una contracción de 0.1 por ciento, fue determinante en el débil crecimiento.

Si bien la economía esquivó una contracción en el primer trimestre del año, los datos del Indicador Global de la Actividad Económica, sí muestran que la actividad va en deterioro. Luego de un avance de 0.2 y uno por ciento en enero y febrero, respectivamente, en marzo se contrajo 0.4 por ciento a tasa mensual. Y también respecto al mismo mes de 2024 registró una caída de 0.1 por ciento.

A tasa anual sucedió algo similar, el PIB avanzó 0.6 por ciento empujado por el crecimiento de 6.7 por ciento en el sector primario y de 1.1 por ciento en el terciario. En tanto que las industrias –donde se engloban actividades como la manufactura y la construcción– cayó 1.3 por ciento, en medio del freno que algunos sectores han tenido debido a la incertidumbre generada por la política arancelaria de Estados Unidos.

En medio de esos vaivenes arancelarios, México ha sido uno de los países más castigados en las revisiones de crecimiento por parte de organismos internacionales. Un mes atrás el Fondo Monetario Internacional hizo tal recorte a sus previsiones de crecimiento para México, que en tres meses su estimación pasó de un avance de 1.4 por ciento para este año a una contracción de 0.3 por ciento.

Algo similar pasó con el Banco Mundial que de una tasa de 1.5 por ciento ahora estima un avance nulo –cero– de la actividad productiva en el país. Y en una línea menos pesimista se encuentra la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, que recortó a 0.3 por ciento su estimado de crecimiento para México este 2025, respecto al 1.4 por ciento al que apuntaba hasta inicios de año.

La andanada de recortes a las previsiones de crecimiento sobre México no habían hecho mella en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público que hasta los Pre Criterios presentados el 1 de abril, la dependencia proyectó que la economía mexicana avanzaría entre 1.5 y 2.3 por ciento este año.

No obstante, en el marco de la más reciente Convención Bancaria, el secretario de Hacienda y Crédito Público, Edgar Amador Zamora, reconoció que debido a la “reorganización de la política comercial” de Estados Unidos, la economía mexicana “probablemente” terminará creciendo por debajo de esas estimaciones oficiales.

 La víspera el Comité de Fechado de Ciclos de la Economía de México –un colegiado independiente que analiza de manera técnica si se está o no en un fase recesiva del ciclo económico– puntualizó que no hay elementos para hablar de recesión técnica en la economía del país, pues debería ser un contracción en la mayoría de las actividades económicas, durar al menos dos trimestres consecutivos con una caída en el PIB, así como que esa baja “sea relevante”. Por el momento, ni el criterio temporal se cumple para hablar de “recesión técnica”, apuntó el colegiado.

 Rodrigo Mariscal, economista en jefe de Hacienda explicó que más allá de esos criterios, en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público uno de los indicadores que dan alerta de que la economía está en un periodo de contracción prolongado es que más de 32 subsectores se encuentren en deterioro. Sin embargo, puntualizó, “sólo se puede saber si se está en recesión, una vez que ésta ya pasó”.