Madrid. La Audiencia Provincial de Madrid decidió ordenar el archivo provisional de la causa abierta contra el cantante español Nacho Cano por supuesta explotación laboral contra 17 jóvenes de origen mexicano que viajaron a Madrid para participar en un curso de formación en calidad de “becarios” y que a raíz de la denuncia de una de ellos, la bailarina Lesly Ochoa, se abrió un expediente judicial. Finalmente, tras una investigación de algo más de diez meses, los magistrados consideraron que la denuncia en contra al artista español, fundador del grupo Mecano, era infundada y por tanto decidieron su “sobreseimiento”.
El origen de este caso fue una denuncia individual de Lesly Ochoa, una de los 17 personas becadas, y quien tras una serie de diferencias con sus compañeros de grupo y con la dirección artística del elenco del musical Malinche (que se estrena el próximo 30 de abril en el Frontón México de la Ciudad de México), presentó una denuncia ante la comisaría policial. A partir de ahí se inició una investigación que derivó en la detención durante diez minutos del artista español y la apertura de una serie de diligencias para conocer si eran fundadas las acusaciones.
En el curso del proceso judicial se realizaron numerosos interrogatorios, incluidos los que se realizaron a los otros becarios que no presentaron la denuncia y que denunciaron coacciones y amenazas por parte de la policía española para intentar incriminar al realizador español por delitos contra la legislación laboral e, incluso, de coacciones y acoso sexual.
Pero todos los becarios, menos la bailarina que inició las diligencias, negaron estos extremos y confirmaron la versión defendida por los abogados de Cano, es decir que todos estos jóvenes mexicanos habían llegado a Madrid como parte de un programa de becas, en el que participaron entre otras instituciones la Casa de México en España, y que su periodo formativo se había llevado a cabo tal y como se había estipulado en México a través de un contrato, en el que también se advertía de la posibilidad de ser apartado del programa si no se cumplían los objetivos.
Los tribunales españoles, después de valorar numerosas pruebas y testimonios, finalmente acordaron su archivo “provisional”, con lo que todavía está abierta la puerta a un recurso de apelación. Pero sus conclusiones son inequívocas: “No han tratado de introducir a los ciudadanos mexicanos de forma clandestina en España, sino que entraron como turistas y después solicitaron el visado como estudiantes”.
Los jueces sí reconocen que el procedimiento elegido por los responsables del musical era “poco habitual”, ya que decidieron que los jóvenes entraran al país en calidad de “turistas” y una vez en Madrid iniciaron los trámites para que se les concediera su residencia temporal como estudiantes. Pero los jueces advierten que “no se trata de falsear su entrada en España para una permanencia ilegal, pues el propósito era conseguir el permiso necesario que, si bien fue denegado, la razón no fue por dicha entrada. El procedimiento puede ser o no el adecuado pero no llega a integrar la gravedad del tipo penal del artículo 318 bis”, que castiga el tráfico ilegal de personas.
El auto judicial también aborda otros aspectos debatidos durante el proceso que investigaba a Nacho Cano, como la situación laboral de los becarios mexicanos. Los magistrados consideran que, si bien estos pudieron tener “un horario algo distinto al habitual”, esto no es extraño “al tratarse de un musical”, y respecto a la participación de los becarios en el musical los miércoles y jueves de forma alterna, la Sala considera que esto “no puede considerarse que los utilizaran como trabajadores sino para que pudieran aprender con dicha participación, como lo lógico en la marcha de la enseñanza con prácticas”.
Tras conocer la noticia, el propio Nacho Cano envió un vídeo desde México en el que insiste en que ha sido objeto de una “persecución política” por parte del Ejecutivo central, presidido por el socialista Pedro Sánchez, por su afinidad ideológica con la presidenta de la Comunidad de Madrid, la derechista Isabel Díaz Ayuso.
“No me voy a olvidar de las 11 horas que tuvieron acosando a estos chicos intentando obtener información negativa de ellos hacia mí. No me voy a olvidar de esta jueza, que le voy a meter una querella espectacular, por lo que ha hecho, que sabe que está mal, y no sé qué nivel de involucración tiene en la orquestación de todo esto. Pero lo averiguaré”, aseguró.