Utica. Diez guardias de una prisión de Nueva York fueron acusados el miércoles en relación con la muerte a golpes de un recluso de 22 años. Dos de ellos enfrentan acusaciones de asesinato. Es la segunda vez en este año que un grupo de agentes correccionales del estado son acusados por una muerte ocurrida tras las rejas.

Otros prisioneros dicen que varios guardias golpearon severamente a Messiah Nantwi, un prisionero del Centro Correccional de Mid-State, enviándolo a un hospital donde falleció el 1° de marzo. Como resultado de los golpes, Nantwi “murió debido a un trauma masivo en la cabeza y numerosas lesiones en su cuerpo”, se indica en la acusación.

La instalación en el área de Utica fue una de las muchas prisiones estatales que tuvieron dificultades para funcionar durante una huelga de tres semanas por parte de los guardias.

La muerte de Nantwi se produjo varios meses después de que Robert Brooks muriera a causa de los golpes que recibió en el Centro Correccional de Marcy, al otro lado de la calle de la prisión de Mid-State. Seis guardias se han declarado inocentes de los cargos de asesinato en la muerte de Brooks, y otros empleados de la prisión también han sido acusados.

Según la acusación del miércoles, los dos guardias acusados de asesinato en segundo grado, Jonah Levi y Caleb Blair, acudieron a la celda de Nantwi para ayudar a miembros de la Guardia Nacional con un “problema desconocido”. Levi y Blair entraron en la habitación y “comenzaron a agredir a Messiah Nantwi, golpeándolo en múltiples ocasiones con sus botas en el cuerpo y la cabeza ”, se lee en la acusación.

Nantwi quedó inconsciente y los guardias lo sacaron de la habitación y se dirigieron a la enfermería. En el camino, Nantwi fue agredido por segunda vez en una escalera y fue “arrojado en una celda de detención de la enfermería y agredido nuevamente” por Blair, se indica en la acusación.

La gobernadora Kathy Hochul lo calificó el martes como un “crimen horrendo” al anunciar las acusaciones.

“La trágica muerte del señor Nantwi a manos de agentes correccionales, que son responsables de proteger a la población privada de su libertad, es profundamente, profundamente perturbadora”, dijo Hochul en un breve mensaje grabado en video.

En el documento judicial se indica que los guardias no tenían una razón legítima para agredir a Nantwi. También se establece que las patadas y pisotones, junto con el hecho de dejarlo desatendido en la celda de detención de la enfermería durante varios minutos sin mostrar prisa para que el personal médico lo revisara, “demostraron una indiferencia depravada” hacia la vida de Nantwi y “provocaron su muerte”.

Levi, Blair y otros tres guardias también enfrentan acusaciones de homicidio involuntario en primer grado por causar la muerte de Nantwi “golpeándolo hasta la muerte con sus puños, porras y botas”.

Los agentes correccionales de muchas prisiones estatales, que estaban molestos por las condiciones laborales, comenzaron a abandonar ilegalmente el trabajo el 17 de febrero, lo que obligó a Hochul a enviar tropas de la Guardia Nacional para mantener las operaciones. Las personas encarceladas y sus defensores se quejaron de que los servicios y las condiciones se deterioraron durante el paro.

La oficina del fiscal general se abstuvo de intervenir en el caso de Nantwi, citando su representación de varios agentes correccionales en demandas civiles, y se nombró a un fiscal especial, el fiscal del distrito del condado de Onondaga, William Fitzpatrick. También es el fiscal en la muerte de Brooks.

Nantwi ingresó al sistema penitenciario estatal en mayo pasado y cumplía una sentencia de cinco años por posesión criminal de un arma en segundo grado relacionada con un intercambio de disparos con policías en 2021. En ese momento, recibió varios disparos, mientras que los oficiales no resultaron heridos.

Los fiscales de Manhattan dicen que Nantwi le disparó y mató a Jaylen Duncan, de 19 años, en una calle de Harlem en abril de 2023. La noche siguiente, dicen, le disparó y mató a Brandon Brunson, de 36 años, en una tienda de artículos para fumadores de Harlem después de una discusión.