Tapachula, Chiapas. Fuerzas de seguridad Federales y Estatales desarticularon en Chiapas a una célula del Cartel Jalisco Nueva Generación encabezada por Ataúlfo López Flores, responsable de la violencia en las regiones Valle y Frailesca, informaron autoridades.

En un operativo conjunto entre la Secretaría de la Defensa Nacional, Fiscalía General del Estado y la Secretaría de Seguridad Estatal, también fueron detenidos otros tres sujetos identificados como Iván “N”, Carlos “N” alias “El Charmín” y Marco “N” alias “Tlacuache”, a quienes les aseguraron drogas y armas.

Los detenidos formaban parte del autodenominado Cartel de Chiapas y Guatemala, una agrupación criminal local vinculada al CJNG, indicaron fuentes de seguridad consultadas.

La FGE de Chiapas detalló en un comunicado que las investigaciones derivaron de una denuncia de extorsión por parte de un empresario gasolinero que era obligado a pagar una considerable cuota mensual en el municipio de Villaflores.

La Fiscalía explicó que en agosto del año pasado cuatro personas armadas llegaron a la gasolinera a bordo de un vehículo y entregaron un papel con un numero telefónico dirigido al dueño del negocio, un día después se presentaron tres sujetos a bordo de un vehículo y con armas de fuego amenazaron a los empleados y activaron el botón de paro de emergencia advirtiendo que era la “segunda llamada”.

Posteriormente el empresario gasolinero “recibió mensajes vía WhatsApp, donde le exigían el pago de una importante cantidad de dinero, el cual fue pagando mes a mes desde la fecha de esos hechos”.

A esta célula se le atribuyen diversos delitos como extorsión, homicidio y desaparición forzada de personas en los municipios de Cintalapa, Jiquipilas, Villaflores, Villa Corzo y La Concordia.

Incluso durante las elecciones del año pasado fue asesinada Lucero López Maza, candidata a la alcaldía de La Concordia por el Partido Popular Chiapaneca, quien era hija del líder criminal hoy detenido. En ese ataque murieron otras cinco personas, entre ellas una menor de edad.

La violencia en diversas regiones de Chiapas se atribuye a la disputa entre el Cartel de Sinaloa y el Cartel Jalisco Nueva Generación por el control de las rutas para el tráfico de drogas, armas y migrantes.