Santa María Coyotepec, Oax. Policía estatales, pertenecientes a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana de Oaxaca, iniciaron anoche un paro de labores en protesta porque, según ellos, se pretende despedir a 400 uniformados por no haber aprobado los exámenes de control de confianza.
Desde ayer por la mañana, los agentes, destacamentados en las ocho regiones del estado, se reunieron en el cuartel de Santa María Coyotepec debido a que se difundió una lista de los oficiales que podrían ser cesados. Un policía que solicitó el anonimato explicó que mediante un oficio, los efectivos fueron llamados en grupos de 15, por el comisionado de la Policía Estatal, Plácido Jarquín, para que acudieran a brindar información, y se les anunció que por no aprobar sus exámenes de control de confianza, que datan de la década pasada, se les retiraría el armamento a cargo y se buscaría reubicarlos en otros puestos, pero debían renunciar o serían despedidos.
Tras 21 años en la fuerza, dijo, el arma que tenía a su resguardo le fue retirada, y lo sacaron de los recorridos de seguridad que realizaba, por lo que espera que se le asigne alguna tarea o podría ser cesado.
Al cuartel llegó Karina Barón, titular del Secretariado Ejecutivo del Sistema Estatal de Seguridad Pública, quien negó las acusaciones, y sostuvo que nunca hubo intención de despedir al personal.
Dijo que se trata sólo de un malentendido con los efectivos, quienes respondieron que no es así, pues las acciones han sido claras, y recordaron que mil 344 burócratas fueron echados el pasado diciembre.
Los agentes exigen la renuncia del secretario de Seguridad Pública, Iván Álvarez, y aprovecharon la presencia de la funcionaria para reiterar añejas demandas, entre ellas, aumento de sueldo, que no llega a 13 mil pesos y pagos de viáticos.
Recalcaron que es necesaria la aprobación de una ley de jubilación para los uniformados, que el mandatario morenista se comprometió a impulsar desde hace más de dos años y sigue en la congeladora.
Los elementos acordaron con la funcionaria firmar una minuta en la que la administración estatal se compromete a no despedir a ningún uniformado, que no habrá represalias contra quienes protestaron ayer y que se dará seguimiento al resto de las peticiones presentadas.
La manifestación concentró en el cuartel de la corporación a elementos destacamentados en las ocho regiones del estado, lo que redujo el número de policías en labores de seguridad en el interior de la entidad, quienes anoche se declararon en paro, pese al acuerdo con Barón.
