Ciudad de México. Durante 2024 la Fiscalía General de la República (FGR), obtuvo mediante recursos de extinción de dominio 116 millones 693 mil 888 pesos al obtener 29 sentencias favorables y con ello se afectó de manera primordial dos organizaciones delictivas, una de ellas la facción del cártel de Sinaloa que encabezan los hijos de Joaquín El Chapo Guzmán y la organización identificada como Bandidos Revolution Team, integrada por un grupo de hackers, responsables de uno de los ciberataques más grandes en la historia de nuestro país.
Lo anterior forma parte de los resultados obtenidos por la Fiscalía Especializada en Extinción de Dominio (FEMED) presentó 113 demandas, “mismas que en algunos casos se sigue el proceso correspondiente para su obtención y que, en su conjunto, representan la prospectiva de recuperación de activos por más de 482 millones de pesos”.
Los recursos obtenidos por el Ministerio Público Federal en favor del Estado, fueron identificados como bienes de origen ilícito.
De acuerdo con los antecedentes de Bandidos Revolution Team, este grupo fue desmantelado en mayo de 2019, luego de que elementos de la Policía Federal Ministerial a partir de una indagatoria que se originó en la Unidad de Investigaciones Cibernéticas y Operaciones Tecnológicas, en donde se le identificó con el expediente PGR/AIC/UICOT/0287/2018.
La identificación de este grupo delictivo surgió de una denuncia presentada por los representantes del Banco Inbursa, quienes el 8 de mayo de 2018 detectaron una transferencia irregular por un total de 153 millones 249 mil pesos, los cuales se distribuyeron en diversas cuentas bancarias y provocaron que en diversos cajeros automáticos del país comenzaron a entregar dinero sin que se realizara operación alguna.
La investigación financiera concluyó que esta organización delictiva a la cual le fueron asegurados 11 inmuebles en la ciudad de Léon, Guanajuato, además de 27 vehículos de lujo, entre ellos de las marcas Lamborghini, McLaren y Ferrari, encabezada por Héctor Ortiz, logró intervenir directamente en una oficina de Inbursa una computadora desde la cual escaló hasta llegar al equipo adecuado para ejecutar el ataque principal y con ello se intervino de manera directa el sistema operativo financiero de la institución crediticia.
