Ciudad de México. La junta de gobierno del Banco de México (BdeM) coincidió en el avance del proceso de desinflación que ha mostrado México, lo que llevó al banco central a disminuir por primera vez en tres años su tasa de referencia; no obstante, consideró que persisten retos y riesgos que ameritan continuar con un manejo prudente de la política monetaria.
Al revelar las minutas de su pasada reunión de política monetaria en la que se redujo en un cuarto de punto porcentual la tasa de interés de referencia, los miembros del BdeM puntualizaron que la menor inflación ha sido resultado tanto de la moderación de los efectos de los choques, como del nivel de restricción monetaria alcanzado.
Algunos miembros de la junta de gobierno del banco central subrayaron que se mantiene la perspectiva de que el proceso de desinflación continúe, y aunque los riesgos persisten, no se prevé que las presiones en los costos sean de la misma magnitud de las observadas durante la pandemia o en los inicios de la guerra en Ucrania.
Uno de los integrantes (las minutas no identifican por nombre a quien hace el comentario) sostuvo que frente a un periodo inflacionario sumamente complejo se ha necesitado de un nivel de restricción monetaria no observado desde que se adoptó el régimen de objetivos de inflación.
Añadió que desde la última vez que se aumentó la tasa, el proceso de desinflación ha progresado de manera importante. Además, destacó que las inflaciones general y subyacente se encuentran en niveles significativamente por debajo de los máximos alcanzados en este episodio inflacionario.
Otro miembro subrayó que el nivel de restricción monetaria alcanzado ha permitido avanzar de manera consistente en el proceso de desinflación.
Puntualizó que los canales por los cuales se ha logrado lo anterior han sido los del tipo de cambio y de expectativas. No obstante, enfatizó que, si bien la inflación ha disminuido, el balance de riesgos para su trayectoria prevista se mantiene sesgado al alza, por lo tanto se debe mantener prudencia en las señales que se envían al mercado.
Uno de los miembros consideró que todavía no era el momento de iniciar un ciclo de disminuciones a la tasa de referencia. No obstante, estimó que existe cierto espacio para realizar un ajuste fino y aislado para mantener una postura restrictiva, pero no excesiva.
La mayoría comentó que las expectativas de inflación de largo plazo provenientes de la encuesta de Banco de México permanecen ancladas en 3.5 por ciento. Uno consideró que es un reto que estas expectativas se ubiquen por encima de 3 por ciento. Respecto de las expectativas de mediano plazo, otro comentó que la correspondiente a los próximos cuatro años se ubica en 3.7 por ciento, por encima de su promedio histórico previo a 2020.