Chilpancingo, Gro. Al informar que una persona murió ayer en la comunidad de Nuevo Caracol, municipio de Heliodoro Castillo, debido al ataque con drones que duró prácticamente todo el día, el sacerdote y director del Centro de Derechos de Víctimas de Violencia Minerva Bello, José Filiberto Velázquez Florencio, anunció que este martes partirá una caravana humanitaria con rumbo a dicha comunidad “los soldados que se encuentran en ese lugar, no intervinieron, según esto porque solo son responsables de cuidar la presa del lugar”.
En conferencia de prensa dijo que ya solicitó al Mecanismo de protección para personas defensoras de derechos humanos y periodistas, al cual está adscrito, y las autoridades civiles y militares, así como a la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos, para que acompañen la caravana humanitaria “vamos a llevarles alimentos, porque los camiones repartidores de leche, y en general de los productos de la canasta básica, no pueden llegar al pueblo debido a que están amenazados, por el grupo de la Familia Michoacana (FM), que opera en esa región”.
Señaló que es preocupante la situación que se presenta en la zona del Río Balsas, desde Mezcala, municipio de Eduardo Neri, hasta el Nuevo Caracal “que desde el pasado 8 de mayo sufrió los primeros ataques, lo que obligó a unas 600 personas a refugiarse en la comunidad serrana de Tlacotepec; algunos regresaron el 19 de ese mes sin ninguna protección, a ver sus casas y sus animalitos”.
Mencionó que es un pueblo completamente abandonado “a pesar de que le ha dado mucho a la economía del estado, por la presa (El Caracol), que se construyó sobre el Río Balsas en 1986; por la misma violencia los médicos no quieren subir; están suspendidos los servicios educativos también están suspendidos, primero por la pandemia y ahora por la violencia, los maestros no quieren ir para allá”.
Velázquez Florencio, afirmó que “otra vez el 14 de agosto, les informamos de otro ataque con drones, y armas de grueso calibre desde los cerros, que duró todo el día; y nuevamente ayer desde el mediodía otra vez empezaron a sobrevolar los drones, y a lanzar bombas tipo caseras”.
Nos informaron “que una persona murió ayer por las esquirlas de estas bombas, no es del poblado, pero sí de la región; el ataque cesó a las 8 de la noche; pero hoy repuntando el día iniciaron los ataques; también del pueblo de Tetela del Río, y en general de toda la cuenca del Río Balsas, es donde presentan las balaceras, lo que provoca pánico entre la población”.
Es muy difícil la comunicación “no hay internet, ni servicio de celular, solo a través de fichas, porque es la única manera de comunicarse, por eso ni pueden llamar al 911 para pedir ayuda; ellos se refugian en las pocas casas de material que existen, para protegerse de las bombas, porque las casas que les construyó la CFE (cuando fueron reubicados), son de lámina”.
Después mostró unas fotos “son de la cancha donde se puede notar el hueco que provocó una de estas bombas; no sé qué espera la estrategia de seguridad del Estado, para hacer algo; ya van tres episodios (ataques), uno en mayo, y dos en este mes de agosto, y no vemos que haya interés en resolver el problema; en mayo que fuimos al pueblo, nos acompañaron funcionarios del gobierno del estado; y de la región militar de Teloloapan, pero no se ha hecho nada”.
Urgimos a las autoridades “que puedan implementar un plan de protección permanente, que no sea nada más en estos llamados, sino que se busque pacificar a esa región, y que se atiendan los orígenes que existen como es el rezago, falta de empleo, precariedad en la vivienda, de la falta de la salud, y la educación”.
Mencionó que algunas de las poblaciones desplazadas por la violencia son Santa María, Michapa, La Lagunita, Texocotla, Querengue,, Totomixtlahuacan, Ojo de Agua, San Luis, Las Mesas, Tetela del Río, El Nuevo Caracol, entre otras, pertenecientes a los municipios de Apaxtla de Castrejón, Cuetzala del Progreso, y Cocula, de la zona norte, así como de Heliodoro Castillo, en la zona de la sierra.