En el arranque del VI Encuentro de Liderazgos Políticos LGBT de las Américas y el Caribe, que reúne en la Ciudad de México a 650 participantes del continente, el consenso fue que “la democracia exige igualdad” y que “sin igualdad la democracia es una ficción”, por lo cual los integrantes de la diversidad deben estar presentes en los gobiernos y en los congresos.
Wilson Castañeda, director de Caribe Afirmativo (Colombia) llamó “a tener listas las zapatillas para hacer política y transformar la democracia”, y advirtió que lamentablemente “en la región los discursos de odio se acrecientan; se abren espacios en las prácticas políticas y en los partidos que van contra el sector y se promulgan leyes y decisiones que buscan echar atrás los derechos de las personas LGBTI+”.
Víctor Madrigal-Borloz, experto independiente de Naciones Unidas para la protección contra la violencia y la discriminación basadas en orientación sexual e identidad de género expuso en entrevista que hay una “subrepresentación de las personas LGBTI+” y dijo que es un “imperativo para la consolidación de la democracia” que todos los sectores estén en los espacios de toma de decisiones, de generación de leyes y diseño de políticas públicas.
Jessica Stern, enviada especial del gobierno de Estados Unidos para promover los derechos humanos de las personas LGBTI+ expuso que actualmente las personas de la diversidad sexual “están bajo ataque en todo el mundo, a través de nuevas y viejas leyes y políticas anti-LGBTI+, incitación al odio, chantaje y extorsión y violencia”.
Agregó que algunos políticos convierten a los sectores históricamente discriminados, como lo ha sido la diversidad, en “chivos expiatorios” para “distraer” a la ciudadanía, y que así no sea evidente su “incapacidad” y “falta de voluntad” política para “ofrecer un cambio real”.
Añadió que en su país “estamos viendo un número récord de leyes anti-LGBTI+” en las legislaturas estatales, en las que se han presentado en lo que va del año “520 proyectos” que van en contra de los derechos de la comunidad.
“Ningún país tiene un historial perfecto en lo que respecta a derechos humanos LGBTI+”, y citó lo ocurrido en diversos países del continente, entre ellos México, en donde ha habido un “enorme progreso en los derechos LGBTI+ en los últimos 30 años”. No obstante, según cifras oficiales “entre 10 y 14 por ciento de las personas de la comunidad han sido sometidas a prácticas de terapia de conversión, que incluyen aislamiento, golpizas y electroshock”.
Destacó que afortunadamente ya “11 estados prohiben” esas prácticas y “20 estados permiten que las personas actualicen sus datos personales a través de un proceso administrativo simple y el matrimonio igualitario es legal en todo el país”.
Al reiterar que en política el sector de la diversidad está subrepresentado, Madrigal-Borloz, agregó que es “difícil” saber cuántas personas de la comunidad hay en la población, porque la mayor parte de los países “no recaba información sistemáticamente”.
Solo México y Reino Unido, han realizado encuestas que apuntan a que “alrededor de 5 por ciento” de la población se identifica con la diversidad, pero esa cifra podría ser mayor, porque generalmente los jóvenes se autoidentifican abiertamente, pero los mayores suelen no hacerlo.
