Seúl. Corea del Norte aseguró haber disparado este lunes dos misiles capaces de realizar un "ataque nuclear táctico" y destruir bases aéreas enemigas, en respuesta a maniobras aéreas realizadas la víspera por su vecino surcoreano con Estados Unidos.
Pyongyang ya había disparado uno de sus misiles balísticos intercontinentales (ICBM) el sábado y advirtió que se lanzarían más.
Tras el disparo, Seúl y Washington realizaron maniobras militares conjuntas ante lo que consideran crecientes amenazas de Pyongyang. Corea del Norte ve esos ejercicios como unos preparativos para la guerra.
La agencia estatal KCNA afirmó el lunes que el ejército realizó los disparos del lunes en respuesta a estas maniobras conjuntas.
Los lanzamientos involucraron "lanzacohetes múltiples y supergrandes" que son "medios de ataque nuclear táctico" lo suficientemente poderosos para "reducir en cenizas" las bases aéreas enemigas, insistió.
La hermana del líder norcoreano Kim Jong Un advirtió por su parte que el país monitoreaba de cerca las acciones conjuntas de Seúl y Washington.
"La frecuencia de que usemos el Pacífico como campo de tiro depende de las acciones de las fuerzas estadounidenses", insistió Kim Yo Jong en un comunicado divulgado por KCNA.
Las tensiones entre las dos Coreas han aumentado considerablemente estos meses después de que Corea del Norte abogara a inicios de enero por un aumento "exponencial" del arsenal nuclear.
En respuesta, Corea del Sur ha intensificado las maniobras militares junto a su aliado estadounidense.
"Seria provocación"
Las fuerzas armadas surcoreanas aseguraron el lunes que habían detectado el lanzamiento de dos misiles balísticos de corto alcance el lunes entre las 07 horas-07 horas 11 (22 horas-22 horas 11 GMT del domingo).
Estos lanzamientos constituyen una "seria provocación que mina la paz y estabilidad de la península coreana", añadieron.
En respuesta, el Ministerio de Relaciones Exteriores surcoreano impuso nuevas sanciones a cuatro personas y cinco entidades relacionadas con los programas de armamento de Pyongyang.
"Nuestro gobierno dejó claro que las provocaciones de Corea del Norte tendrán inevitablemente un precio", aseguró el ministerio en un comunicado.
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas se reunirá el martes para hablar de la situación.
Según Pyongyang, el lanzamiento de un ICBM el sábado fue una maniobra "sorpresa" que a su juicio demostró su capacidad de realizar un "mortal contraataque nuclear".
"Maniobra repentina"
Con esta declaración, el país busca enviar un mensaje sobre su capacidad nuclear y demostrar "no solo el desarrollo de fuerzas nucleares estratégicas y tácticas, sino también la capacidad operativa de usarlas", explicó Leif-Eric Easley, profesor de la Universidad Ewha en Seúl.
Pyongyang dio a sus soldados "una 'nota excelente'" por la "maniobra repentina de lanzamiento" del sábado, pero analistas surcoreanos señalaron que el lapso de nueve horas transcurrido entre la orden y el lanzamiento no fue particularmente rápido.
Kim Yo Jong, la hermana del líder norcoreano, rechazó estas críticas y dijo que eran un "intento de desvirtuar la capacidad de las fuerzas de misiles".
Hong Min, del Instituto Coreano de Unificación Nacional, afirmó a AFP que la reacción de Corea del Norte era parte de un "patrón" del país de rechazar cualquier evaluación externa de la capacidad de sus ICBM.
"La enérgica y airada reacción sobre las evaluaciones extranjeras de su lanzamiento de un ICBM revela que al Norte realmente le preocupa enviar el mensaje de que es capaz de alcanzar Estados Unidos", señaló.
Agregó que el uso de misiles de corto alcance indica que Corea del Norte "apunta virtualmente a bases estadounidenses y el centro de comando surcoreano en la zona".
Japón denunció que el artefacto había caído en su Zona Económica Exclusiva.
Seúl y Washington tienen previsto realizar ejercicios de simulación para mejorar su capacidad de respuesta ante un eventual ataque nuclear norcoreano.
Pyongyang advirtió la semana pasada sobre una respuesta "sin precedentes" a los próximos ejercicios y culpa a ambos países del deterioro de la situación de seguridad en la península coreana.