París. Los colectivos de base de la comunidad LGBTQ marcharon por las calles de París el sábado encabezados por activistas de color como parte de las celebraciones del Orgullo Global, para protestar contra la violencia a manos de la policía y exigir más medidas políticas en nombre de migrantes, trabajadores sexuales y otros miembros marginados de la comunidad lésbico, gay, bisexual, transgénero y queer.
Aunque el desfile oficial del Orgullo LGBTQ fue aplazado hasta noviembre en la capital francesa para evitar la propagación del coronavirus, miles de personas acudieron de todos modos a una marcha festiva e impulsada por cuestiones políticas que repitió temas de otras protestas a nivel internacional contra la injusticia racial.
Los manifestantes gritaron frases como “¡Mi cuerpo, mi decisión!” y “¡Todos odian a la policía!” mientras la multitud joven y étnicamente diversa caminaba pacíficamente del vecindario Pigalle en el norte de París a la plaza de la República en el este. Muchos de los participantes portaron mascarillas.
El coronavirus ha forzado a los organizadores de ciudades de todo el mundo a cancelar, posponer o adaptar sus desfiles del Orgullo este año, causando frustración entre los activistas que quieren conmemorar el 50 aniversario de los primeros desfiles y marchas del Orgullo Gay en Chicago, Los Ángeles, Nueva York y San Francisco en 1970.
En el evento del sábado en la capital francesa, los manifestantes tenían banderas y capas de arcoíris, ondeaban banderas amarillas y púrpuras por el movimiento del orgullo intersexual y llevaban sombrillas para representar a los trabajadores sexuales. Algunos sostenían letreros pidiendo atención a los desafíos que enfrentan los migrantes o miembros LGBT de comunidades minoritarias en vecindarios empobrecidos.
“Estoy aquí porque me vi reflejado en este llamado a un Orgullo más político, más politizado y más radical”, dijo Douce Dibondo, de 26 años, quien tiene un podcast que destaca voces de personas de color y de la comunidad LGBTQ. “Eventos anteriores del Orgullo LGBT no tuvieron algún efecto en mí porque tenía la sensación de que me unía a una parte con lentejuelas y muy despolitizada” del movimiento".