Meta tiene las manos manchadas de sangre palestina. Ayuda a localizar “precriminales” y utiliza a todos los usuarios de la plataforma como extras de una superproducción de truculentos efectos especiales con base en juguetería de la muerte.
La Internet que hoy conocemos surgió de la idea de crear redundancia en los
sistemas de comunicación ante la supuesta inminencia de un ataque atómico
de la URSS.
No es casualidad que, además de ponerse en duda su sobrestimada inteligencia, se identifique al diplomático fallecido hace unos días con la inmoralidad, el cinismo y la impunidad.