Opinión
Ver día anteriorSábado 10 de octubre de 2020Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Dinero

La receta del FMI para México // IVA en alimentos, alza de gasolina, detener Dos Bocas // Presidentes de antes las acataban; AMLO no

Los de abajo

EZLN: gira mundial

Enrique Galván Ochoa
Gloria Muñoz Ramírez
México SA

Contra el outsourcing, otra vez // Reforma presidencial en puerta // Monreal, enemigo en casa

Infancia y sociedad

Infanticidios de Estado

Carlos Fernández-Vega
Andrea Bárcena
Penultimátum

Por sus declaraciones lo conoceréis

Tumbando caña

Acerca del XVI coloquio Africanías

Ernesto Márquez
Salón palacio

Arranca la FIL en el Zócalo sin el Zócalo

Desaparecidos: emergencia humanitaria
E

l Congreso de Sonora emitió una declaratoria de emergencia humanitaria ante el incremento de las desapariciones forzadas en el estado, con énfasis en las que tienen como víctimas a mujeres jóvenes. De acuerdo con la exposición de motivos de la iniciativa, se busca que las autoridades correspondientes volteen a ver el fenómeno social, y destinen los recursos humanos y presupuestales necesarios y suficientes que permitan atender de una forma adecuada y con la seriedad que amerita cada caso.

Carlos Martínez Rentería
El Correo Ilustrado

Multas a quien abuse de la libertad de expresión

I

gnacio Comonfort, como presidente, en 1855 decretó la Ley Lafragua sobre libertad de imprenta. Su artículo 3 establecía: se abusa de la libertad de imprenta cuando se publican noticias falsas o alarmantes, o máximas o documentos dirigidos a excitar la rebelión o la perturbación de la tranquilidad pública. Tales escritos se calificaban como sediciosos; la pena para los infractores consistía en una multa muy alta y seis meses de prisión, por lo menos. Al reincidente se le aplicaba doble pena. La inquisitorial pena de prisión se descarta para que sirva como modelo para una ley actual. La aplicación de multa sí me parece conveniente para que sea considerada por los daños ocasionados de manera deliberada a los receptores de un mensaje falso.

La crueldad
E

l 2 de octubre, en una emisión de radio, un escritor fantasea: Si estuviéramos en la Inquisición, yo quemaría vivos a los morenistas en el Zócalo. El 5, en la cuenta de un magistrado del Tribunal Electoral se lee: Ojalá se muera ese viejito culero de Palacio Nacional. Tres meses antes, el hoy vocero de Frena aparece en una imagen con la cabeza del Presidente de la República en una charola de plata. Le seguía un comentario de una usuaria del chat: Ojalá hubiera un héroe que se lo eche. Que las fantasías de la derecha coincidan con la barbarie de los desollados, descabezados, disueltos en ácido, del crimen organizado en la guerra de Felipe Calderón, revela el imaginario que precede a toda violencia política: si el otro desaparece, yo estoy mejor. Su sola existencia es una amenaza. De los llamados abiertos a un golpe de Estado –cosa que ninguna oposición en México había hecho desde 1913– se ha pasado a un lenguaje colérico donde no sólo se trata de eliminar a una fuerza política o a su representante electo, sino de algo muy distinto: imaginar que se inflige dolor al otro para crear terror y angustia públicos. No es ya la lógica de la guerra, sino de la crueldad.

Fabrizio Mejía Madrid
Juicio de residencia
E

l llamado juicio de residencia jugó un papel muy importante en lo que ahora son nuestros países durante los primeros años de su época colonial. Después, en la medida en que se volvía más compleja la administración y crecía el número de funcionarios, fue perdiendo formalidad y acabó convertido en un trámite que, siendo hipotéticamente obligatorio según la legislación de Castilla y lo que, de ésta, se aplicó en América, con frecuencia no se cumplía o simplemente se llevaba a cabo una suerte de simulacro. Además, claro está, de que también se eludía con frecuencia mediante una corta feria.

Noticias del Imperio
C

omo seguramente usted lo imagina, he tomado prestado el título de la obra memorable del gran escritor Francisco del Paso, para referirme no al de Maximiliano, sino a otro imperio, tan terrible como todos los demás, pero dotado de armas devastadoras, de tal poder que podría terminar no sólo con la humanidad, sino con la vida misma que existe en el planeta, y quizás también con este.

José M. Murià*
Enrique Calderón Alzati*
LGES: uniformar y controlar
L

a iniciativa de Ley General de Educación Superior (LGES) carece de la visión histórica que le permita valorar las profundas diferencias en la educación y su origen. De la Revolución mexicana surgió un normalismo inédito, comprometido y popular; del 68, la autonomía universitaria, un espacio independiente y crítico de formación de alto nivel. Instituciones distintas pero por eso indispensables, y que, desde la educación básica a la superior, construyeron al país del siglo XX. Esas importantes singularidades están hoy a punto de perderse porque la LGES crea un Sistema Nacional de Educación Superior único que, al incluir a la normal como una más de las instituciones productoras de profesionistas, le quita su carácter e identidad de escuela de Estado, espacio de formación de un magisterio de mentalidad comprometida con niños y comunidades y con una idea progresista, profundamente distinta a la que impulsan otras instituciones. Es un sistema que, además, busca que las universidades autónomas lleguen a consensos con las tecnológicas y privadas sobre planes y programas de estudio. Ni las universidades del Bienestar estarán libres de esta presión. Sobre todo cuando este sistema será profundamente autoritario. La ley dice, por ejemplo, que corresponde de manera exclusiva a la autoridad educativa federal (SEP) “coordinar el Sistema Nacional de Educación Superior (Art. 47). Para “modificar y actualizar los planes y programas…de las escuelas normales” (47, VI). Por otro lado, a escala estatal corresponderá a los gobernadores también “de manera exclusiva…coordinar el Sistema Local de Educación Superior” (Art. 48, I) y determinar el desarrollo de la educación superior de la entidad de manera concertada y participativa entre la autoridad educativa local y las instituciones de educación superior (Art. 54, I). Y es un desarrollo concebido como lineal donde no existen vocaciones institucionales distintas, sólo un diferente nivel de desarrollo de las instituciones (Art. 56) y un solo patrón de evaluación, la excelencia (Arts. 58, 59). En el caso de la Ciudad de México, serán coordinadas por el gobierno local, la UNAM, UAM, IPN, tecnológicos, las normales, las universidades del Bienestar, y, por supuesto, las privadas. Y, como en cada estado, entre todos podrán consensarse contenidos “para que… sean incluidos en los planes y programas de las escuelas normales.” (Art. 48, VI). Con la acotación de que en todo esto valdrá igual el voto de la Universidad Platón, digamos, que el de la UNAM. Y esa es sólo una de las 50 atribuciones que tiene la estructura federal-estatal (Ver Arts. 47-49). Pero, además, un Consejo Nacional para la Coordinación de la E.S. incorporará funciones adicionales (Art. 53), y tendrá una composición nada democrática: de un total de 118 miembros casi todos (100) serán autoridades (de SEP-Conacyt, estatales, rectores importantes, Anuies, rectores y rectoras de públicas y privadas). El resto, 18, serán académicos y estudiantes, pero, no ilusionarse demasiado, estas personas serán propuestas por una instancia oficial y elegidas por el [propio]Consejo, que podrá funcionar sin ellas. En suma, el consejo viene a institucionalizar el poder que ya ejercían ciertos rectores clave, muchos de los gobernadores en la relación con las universidades locales, el sector privado educativo (incluyendo Coparmex) y la cúpula de la Anuies.

Pompeo y la CIA contra Venezuela
L

a misma semana que se hacía público un informe denunciando al gobierno venezolano por crímenes de lesa humanidad, realizado por una Misión Internacional Independiente que no llegó a pisar el país y se basó en testimonios opositores y redes sociales, el secretario de Estado Mike Pompeo visitaba Brasil y Colombia para seguir alimentando la retórica contra la revolución bolivariana durante la campaña presidencial estadunidense, pero también en plena campaña electoral por las elecciones legislativas que tendrán lugar el 6 de diciembre en Venezuela.

Hugo Aboites*
Katu Arkonada
La lucha de la Asamblea Nacional de Usuarios de la Energía Eléctrica
L

a Asamblea Nacional de Usuarios de la Energía Eléctrica (Anuee) cumple hoy 10 años desde su fundación. Su nacimiento se dio poco después del decreto presidencial que dispuso en 2009 la extinción de Luz y Fuerza del Centro, de los excesivos, impositivos, arbitrarios e impagables cobros de luz en los recibos que comenzaron a recibir millones de personas por parte de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), así como del inicio de la privatización de la industria de la energía eléctrica y la reforma energética de 2013.

Premio Nobel a la guerra genética
N

o deja de tener cierta ironía que el premio Nobel de química de 2020 –nombrado así por Alfred Nobel, el inventor de la dinamita y una de las mayores fábricas de armas del globo– se haya otorgado a las investigadoras que encontraron una forma de ingeniería genética –CRISPR-Cas9–, cuyas aplicaciones podrían causar un efecto tan explosivo en la naturaleza y la gente, que hasta se le ha llamado bomba genética (https://tinyurl.com/y2rsr5on).

Miguel Concha
Silvia Ribeiro*
Poesía en la depresión
E

n el debate entre Kamala Harris y Mike Pence se repitió la división entre republicanos y demócratas. Destacó, desde mi punto de vista, la sencillez y poesía de Kamala, apostando por los desheredados que tratan de llegar a Estados Unidos y los que son ciudadanos que arribaron de otras naciones y que representan la grandeza del país del norte. Detrás de los migrantes está el miedo a la guerra nuclear, la hambruna, la pandemia, el cambio climático y la violencia racial.

Amor molusco
L

a relación entre el hombre y la fauna ha sido plenamente documentada por el cine, que ha buscado, generalmente bajo la marca Disney, de antropomorfizar a los animales, de hacerlos ver como émulos del comportamiento humano para hacerlos más comprensibles y cercanos.

José Cueli
Leonardo García Tsao