El potencial que tiene el litio como uno de los minerales más importantes del futuro no ha pasado desapercibido para el presidente Andrés Manuel López Obrador, a grado tal que, de acuerdo con fuentes oficiales, ya encargó un informe a la Secretaría de Economía.

Sin fecha concreta de entrega, la dependencia, específicamente la Subsecretaría de Minería, que encabeza Francisco Quiroga, ya prepara el estudio sobre un elemento que está llamada a ser el petróleo del futuro y que ya es conocido como el oro blanco.

El litio comenzó a llamar la atención de las autoridades mexicanas luego de que el grupo Mining Technology señaló que, con reservas que ascienden a 243 millones de toneladas, la mayor mina de ese metal se encuentra en Sonora, México.

Dicho yacimiento, denominado Proyecto Sonora Lithium, está en manos de Bacanora Lithium y de Ganfeng Lithium, dos empresas de capital extranjero, una con sede en Reino Unido y otra en China.

Una de las primeras acciones que llevó a cabo el gobierno tras enterarse del potencial que tiene México en cuanto a su riqueza de litio fue reservar cuatro concesiones mineras para que el Servicio Geológico Mexicano realice la exploración necesaria.

Lo anterior, antes de que alguna empresa privada, ya sea extranjera o nacional, pueda hacerlo y se dé otro caso como el del Proyecto Sonora Lithium.

Las oportunidades

Las medidas cautelares que ha adoptado el gobierno no son raras, pues el mismo Francisco Quiroga, subsecretario de Minería, ha expresado que se ha reunido con inversionistas de Alemania, Canadá, Estados Unidos, Japón y Reino Unido para hablar sobre oportunidades en la exploración y producción de litio.

Los cuatro yacimientos reservados por el gobierno se encuentran en Sonora, Jalisco y Puebla. Paralelamente, aparte del que está en Sonora, hay otros proyectos que ya se encuentran en exploración, uno en Baja California y otro en San Luis Potosí-Zacatecas.

En San Luis Potosí-Zacatecas la mexicana Litiomex y la española Sutti Mining tienen un proyecto denominado Salinas Lagoon, el cual, se estima, contiene 8 millones de toneladas de litio. Mientras, en Baja California el proyecto se llama El Salar del Diablo, el cual está en manos de la canadiense One World Lithium.

El litio es considerado el petróleo del futuro, porque uno de los principales usos que se le da es para la elaboración de las baterías que utilizan los autos eléctricos, mercado que está en franco crecimiento.