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Este viernes el medallista volverá a ser operado del ojo derecho

Ningún hospital quería atender a Noé porque iba herido de bala, dijo su esposa
 
Periódico La Jornada
Viernes 11 de enero de 2013, p. a15

Vianey Pedraza vivió la noche más larga de su vida el sábado 30 de diciembre de 2012, cuando perdió comunicación con Noé Hernández a las 20 horas, y a las cuatro de la madrugada del domingo recibió el telefonazo que su esposo había recibido un disparo en la cabeza. De la angustia pasó a las lágrimas, la desesperación, los nervios y comenzó a rezar.

Ese día, relata la esposa del medallista de Sydney 2000, “desayunamos, estuvimos juntos, hicimos las compras para las niñas (ropa, día de reyes) y me dijo ‘flaquis tengo una reunión en Los Reyes La Paz, vamos’. No lo pude acompañar porque tenía un malestar en el apéndice.

En la tarde, como a las seis me habló, me preguntó como estaba y le dije que me sentía mal pero que no era nada grave, que soportaba el dolor. A las 8 de la noche no supe más de él, le dio vacaciones al chofer.

Se había ido solo a un compromiso, pero nunca le dijo en qué lugar, aunque ella suponía que era un acto del Partido Revolucionario Institucional en el que Noé es secretario del deporte en el estado de México.

Pedraza –quien causó polémica tras la medalla que Hernández ganó en Australia para ser contratada por el fideicomiso CIMA como entrenadora, después de que el ex marchista fue asesorado por Adrián Navarro, Miguel Ángel Sánchez y finalmente regresar con Pedro Aroche, quien lo guió para subir al podio en Sydney– reveló que cuando se enteró del balazo que recibió su esposo en un bar de Los Reyes La Paz sintió indignación e impotencia.

Luego del tiroteo que realizó un comando en el centro nocturno La Reina de los Reyes, por la carretera federal México-Texcoco, en el que hubo dos muertos y un par de heridos, entre ellos, Noé –aproximadamente a las 3:30 horas– media hora después Vianey recibió la llamada telefónica en la que le avisaban que su esposo se debatía entre la vida y la muerte.

José, el hermano más chico del ex andarín, fue quien llegó primero y estuvo a su lado durante el trayecto de la ambulancia. “Fueron dos horas que lo traían de aquí para allá. Ningún hospital lo quería recibir porque traía una herida de bala.

“Se les dijo que era un medallista olímpico, un funcionario deportivo del PRI y no les importó. Él estaba consciente y sólo decía que tenía comezón en el ojo izquierdo (que perdió), pero pasó el tiempo y comenzó a agonizar.

Llegó a la clínica particular (de neurotraumatología del doctor Carlos Castillo en Bosques de Aragón) y lo revivieron. Esa desesperación fue tal que en Chimalhuacán despertó enojo, quieren mucho a Noé, porque para ellos es un héroe, narró Pedraza.

Después de tres cirugías y con el riesgo de perder la visión del ojo derecho Hernández ya está de nuevo en Chimalhuacán, municipio que mejoró –cuando estuvo a cargo del deporte– y apoyó en la construcción del CRIT. “Hay cuatro escuelas de caminata. Por él tenemos pavimentada la calle y la pista de atletismo lleva su nombre.

Es como si hubiera ganado otra medalla. Es un milagro. Ahora tenemos que apoyarlo en su rehabilitación porque está aferrado a vivir. Es un guerrero, un canijo, finaliza su esposa, sobrina del legendario José Sargento Pedraza.

Este viernes Noé Hernández será intervenido nuevamente del ojo derecho.