Directora General: CARMEN LIRA SAADE
Director Fundador: CARLOS PAYAN VELVER  
Domingo 22 de julio de 2012 Num: 907

Portada

Presentación

Bazar de asombros
Hugo Gutiérrez Vega

Bitácora bifronte
Jair Cortés

Dos poemas
Stelios Yeranis

Manuel Rojas, un chileno del mundo
Ximena Ortúzar

Martín Adán y la otra vida
Cristian Jara

Pedro Lemebel y la poética de la agrietada memoria
Gerardo Bustamante

Mendigos y clochards
Vilma Fuentes

Los hermanos Grimm:
dos siglos de actualidad

Ricardo Guzmán Wolffer

Gerassi desnuda a Sartre
Adriana Cortés Koloffon entrevista con John Gerassi, periodista francés

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Columnas:
La Casa Sosegada
Javier Sicilia

Las Rayas de la Cebra
Verónica Murguía

Bemol Sostenido
Alonso Arreola

Cinexcusas
Luis Tovar

Galería
Ana Luisa Valdés

Mentiras Transparentes
Felipe Garrido

Al Vuelo
Rogelio Guedea

La Otra Escena
Miguel Ángel Quemain

Cabezalcubo
Jorge Moch


Directorio
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con John Gerassi, periodista francés

Gerassi desnuda a Sartre

Adriana Cortés Koloffon


Ilustración de Juan Gabriel Puga

John Gerassi (1931), periodista francés, quien fue editor de Newsweek y corresponsal de Time y de The New York Times, ha entrevistado a figuras señeras del siglo xx, entre otras, a Jean-Paul Sartre. Autor de El gran miedo de América Latina, Jean-Paul Sartre: la conciencia odiada de su siglo y Conversaciones con Sartre (Sexto Piso, 2012), donde reúne las entrevistas que le hizo al filósofo francés entre 1970 y 1974, Gerassi cursó su doctorado en la London School of Economics y ha sido profesor en la John Kennedy Freedom School en Berlín y en la Universidad de California. Aquí reflexiona sobre el ámbito político mundial en la actualidad y acerca del pensamiento filosófico y político de Sartre, quien fuera también amigo entrañable de su padre, Fernando Gerassi. En Conversaciones con Sartre, Gerassi no es complaciente. Cuestiona al autor de La náusea sobre temas tan polémicos en su momento como su postura frente a la política de Charles de Gaulle o el movimiento del ’68, o bien lo hace confesar sus obsesiones, una de ellas, recurrente a lo largo del libro, las alucinaciones que experimentaba al sentirse perseguido por cangrejos. Otro leitmotif es el detonador de la rebeldía de Sartre, quien explica a Gerassi que éste fue las burlas de las que era objeto por parte de sus compañeros de clase en La Rochelle (hoy diríamos bullying), además del maltrato de su padrastro hacia él y su madre, pero, sobre todo ‒confiesa Sartre‒, su rebeldía “está ligada a la literatura, ya que leer era una forma de escapar de la realidad para intentar encontrar la verdad en otra parte”. Gerassi se trasladó con su familia a Estados Unidos a raíz de la ocupación alemana en París entre 1940 y 1945.

–Como periodista, ¿qué posibilidades le ofrece el género de la entrevista para reflejar el pensamiento de un personaje?

–En el caso concreto de las entrevistas que le hice a Sartre, establecimos una rutina en donde hablamos como si fuera una conversación y no una entrevista. De esta manera, las entrevistasfueron más espontáneas.

–¿Qué tanto difieren sus opiniones de las de Sartre sobre temas tan diversos como la libertad, la muerte y la política?

–Estuvimos de acuerdo en lo esencial. Diferimos, por ejemplo, en la política de De Gaulle: para él, De Gaulle era un monstruo en lo que respecta a asuntos vinculados con la política de Francia. Yo lo juzgaba desde una perspectiva relacionada con los asuntos internacionales, y en este sentido De Gaulle fue el que más se opuso a la hegemonía mundial de Estados Unidos durante aquellos años.

–¿Cuáles son los puntos en común entre Sartre y usted?

–Ninguno de los dos nos sentimos abatidos por el sistema cruel del capitalismo moderno; sin embargo, a ambos nos abatió.

–¿Qué piensa acerca del concepto de Sartre sobre la libertad? Parece un tanto ambiguo: por una parte, en Ser y nada, afirma que el humano está condenado a ser libre, y por otra, que el movimiento del ’68 lo llevó a percatarse de la ausencia de libertad en nuestra sociedad, y de que todo se somete a la política.

–Sartre intentó desarrollar un pensamiento que incluyera tanto al marxismo como a la filosofía existencialista. Pero no pudo, puesto que ambas posturas son divergentes: para los marxistas los actos del ser humano están determinados por sus circunstancia; en cambio, para los existencialistas la libertad de elección antecede al condicionamiento de nuestra libertad.

–¿Cree que Sartre fue el último intelectual comprometido verdaderamente con sus propios ideales?

–Para Sartre, escribir, discutir y enseñar fueron su manera de contribuir a la causa de una revolución social. Después de la guerra mundial se dedicó por completo a luchar por esta causa. Aunque Sartre es considerado el filósofo más importante del siglo, su influencia no ha incidido en la esfera de la política.

–¿Cuál era el tema de la novela que usted escribió a los diecisiete años y que decidió no publicar? ¿Por qué?

–El tema versaba acerca del hombre-dios, basado en la discusión en el libro de Dostoievsky, Los poseídos, donde hay un debate entre Kirilov y Shatov sobre el tipo de hombre que salvará al mundo.

–¿Cuáles son las ideas acerca de América Latina que incluye en su libro El gran miedo?

–En ese libro reflexiono acerca de la hegemonía de Estados Unidos sobre la vida de los habitantes de Latinoamérica, así como su gran incidencia en su progreso y desarrollo.

–En alguna ocasión, Lenin dijo: “Dadme un centenar de hombres acostumbrados a enfrentarse a la policía, y me apoderaré de Rusia.” Sartre se pregunta si él tenía otra opción al ser atacado por ejércitos “voluntarios” venidos de catorce países capitalistas, con la economía en quiebra, y añade: “De no haber recurrido al criterio de la eficacia, habría sido el fin de los bolcheviques.” Usted le responde: “Cuando la eficacia es el criterio predominante en una sociedad, el idiota se transforma en esclavo y el genio en dictador.” ¿Por qué?

–El criterio de eficacia implica que los fines justifican los medios y este razonamiento siempre deriva en una dictadura.

–En 1972 Sartre opinaba que tal vez tras el declive de la economía estadunidense emergería un nuevo humanismo. ¿Cree que esto sea posible ahora que Estados Unidos atraviesa por una terrible crisis económica?

–No creo que emerja un nuevo humanismo, porque el capitalismo hoy en día es mundial y los ricos siempre pueden sacar del banco su dinero en un segundo y transferirlo a cualquier parte del mundo.

–¿Cuál piensa que sería la mejor forma de gobierno para los países de América Latina tomando en cuenta su contexto histórico?

–El socialismo, donde se satisfaga todo lo que la población necesita para vivir.

–¿Cree que el comunismo haya muerto?

–Está cambiando. Actualmente se están desarrollando nuevas formas de comunismo, lo mismo en muchos países que en diversos ámbitos académicos, con escritores que comprenden los cambios sociales que tienen lugar en el Adriana Cortés Koloffon mundo entero.