Según la cartera, el hallazgo destaca por el inusual estado de conservación de piel, cabello y uñas, elementos raramente preservados en esta zona desértica y costera de Perú.

El arqueólogo Litherland, líder y director de campo, dijo sobre el hallazgo: “Este descubrimiento resuelve un gran misterio del antiguo Egipto: la ubicación de las tumbas de los primeros reyes de la dinastía XVIII".

La exploración en San Juan Ixcaquixtla, Puebla, es coordinada por el arqueólogo Alberto Diez-Barroso Repizo.

El pontífice fue sepultado el 5 de enero inmediatamente después de un funeral en la Plaza de San Pedro.