Los continentes de la Tierra han experimentado una pérdida de agua dulce sin precedente desde 2002, impulsada por el cambio climático, el uso insostenible de las aguas subterráneas y las sequías extremas.
El ambientalista llamó a “vivir con base en energías renovables, reforestar, reconstruir suelos y absorber algo de ese bióxido de carbono que hemos emitido a la atmósfera”.
Además preocupa la inseguridad que se vive en las carreteras del país, pues dicho problema afecta el costo final al consumidor y a los productores y proveedores de insumos, señala el consejo.
Aunque autoridades locales y federales tienen listo un programa de sustitución de cultivos de frijol y maíz, por semilla de avena, cebada y girasol, los campesinos solo esperan las lluvias.