Las víctimas se encontraban desplegadas en Somalia con el objetivo de entrenar y equipar a las Fuerzas Armadas somalíes, en el marco del acuerdo bilateral entre ambos países.

El suceso en la capital somalí tuvo lugar en medio del repunte de las operaciones de seguridad contra Al Shabaab, vinculado a la organización terrorista Al Qaeda.

Somalia ha incrementado en los últimos meses las ofensivas contra Al Shabaab con apoyo de clanes y milicias locales

Se reportan también 300 heridos en el ataque más mortífero registrado en la capital del país africano desde 2017.

Durante varias horas los extremistas islámicos se enfrentaron con las fuerzas de seguridad.

La policía informó que el atentado fue reivindicado por un grupo yihadista.

El ataque fue reivindicado por los shebab, grupo vinculado a Al Qaeda.

Al-Shabab, grupo extremista de Somalia y aliados de la red Al Qaeda se atribuyeron el atentado.