"No son un evento cultural ni un desfile. Son un dispositivo publicitario de enormes dimensiones cuyo propósito central es instalar la marca y el consumo del producto en el recuerdo emocional de niñas, niños y adolescentes".
Los niños que usan cuentas específicas para adolescentes verán fotos y videos en Instagram similares a lo que verían en una película PG-13: sin sexo, drogas o acrobacias peligrosas, entre otros.
El entorno virtual ofrece diálogo y participación, pero atrae peligros como la violencia, manipulación y soledad, escribió la Arquidiócesis en la Editorial Desde la Fe.
"El hambre no es la escasez de alimentos sino la falta de democracia, y la pobreza es la negación sistémica de los derechos, por ello, es clave generar las condiciones de vida de las infancias y adolescencias": THP.
Se dejan desprotegidos los derechos de la infancia, resaltó El Poder del Consumidor, que advirtió que no fue convocado a crear la reforma en los lineamientos publicitarios.