Autoridades que recibieron tales comunicaciones determinaron activar el protocolo correspondiente para la revisión de la Facultad, a fin de confirmar o descartar que realmente se hayan encontrado posibles artefactos explosivos.
Las primeras investigaciones apuntan que la explosión ocurrió cuando alumnos manipulaban artefactos incendiarios que serían usados en una manifestación estudiantil.