Jarach, nacida en Italia y nacionalizada argentina, se sumó en 1977 a la organización para la búsqueda de su única hija Franca, secuestrada en junio de 1976, a los 18 años. Vera Jarach la buscó incansablemente.
Ante la imposibilidad de marchar, como lo han hecho desde 1977, por la pandemia, Abuelas de Plaza de Maya convocó a sembrar 30 mil árboles, por los 30 mil desaparecidos.