Ciudad de México. El gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum tiene la intención de sacar del Paquete contra la Inflación y Carestía (Pacic) el próximo año la carne de res y cerdo, aseguró el Consejo Mexicano de la Carne (ComeCarne). En sustitución, dijo, se planea la implementación de cupos de importación, es decir, una determinada cantidad de importaciones.
En conferencia de prensa, ante este contexto, Macarena Hernández, directora general del organismo, hizo un llamado al gobierno mexicano pidiendo reconsiderar esta medida, toda vez que gracias a la inclusión de los productos cárnicos en el Pacic, su precio no sólo detuvo la escalada, sino que hasta disminuyó gracias a la posibilidad de poder importar desde países como Brasil, cuyos precios son 23 por ciento menor a los de EU.
“La información que tenemos es que están por eliminar el arancel cero a la carne de res y de cerdo del decreto, van a publicar otros instrumentos como cupos de importación”, dijo. Lo que significa que sólo se podrá importar cierto volumen de cárnicos libre de arancel, pero no se sabe cuánto ni cuándo.
El Pacic es una iniciativa del Gobierno de México, en colaboración con el sector privado, para estabilizar el costo de 24 productos esenciales de la canasta básica y así proteger el poder adquisitivo de las familias, manteniéndolos a precios justos, como se ha renovado para 2026 con un precio máximo de 910 pesos.
Se implementó por primera vez en 2022 para combatir la inflación, y busca garantizar la estabilidad de precios de alimentos, combustibles y tarifas públicas.
De acuerdo con Hernández, la carne de cerdo y res deberían seguir formando parte de los productos dentro del Pacic, más en un contexto en el que en los últimos años sus precios se han visto presionados por diversas razones, una de ellas, el gusano barrenador. Su exclusión, dijo, provocará mayores precios y una desaceleración en el consumo.
Producción 2025
El ComeCarne estima que el consumo de carne entre las familias mexicanas cerrará 2025 en 11 millones 224 mil toneladas, lo que implicará un crecimiento de 4.2 por ciento frente a las 10 millones 771 mil toneladas reportadas en 2024.
Hernández enfatizó en que la ingesta de esta proteína lleva cuatro años con crecimiento por encima del 4 por ciento; no obstante, la previsión para 2026 es de desaceleración, dado que estiman se ubicará en 11 millones 529 mil 725 mil toneladas, un alza de 2.7 por ciento.
El buen desempeño que ha tenido el consumo de carne este año y en los anteriores, destacó la directora general del ComeCarne, está directamente relacionado con el myor poder adquisitivo que tiene la población de menores recursos gracias a elementos como los apoyos gubernamentales, alzas al salario mínimo y remesas.