Pekín. En la producción de animales acuáticos, China también lidera el mundo con 73 millones de toneladas anuales, en su mayoría destinadas al consumo doméstico, según datos oficiales. Se trata de una industria de pescado, crustáceos y moluscos impulsada principalmente por la acuicultura –que representa 82 por ciento del total– y por el uso de tecnología ante la creciente demanda de su población. Esta situación ha llevado a importar alrededor de 6 millones de toneladas, entre ellas salmón, atún rojo, langosta y pulpo, provenientes de países como Noruega, Chile, Ecuador e India.
De acuerdo con la Asociación China de Pesca en el Exterior, en 2024 el consumo per cápita en el país alcanzó aproximadamente 56 kilogramos, más del doble del promedio mundial.
El sector no ha estado exento de polémica, especialmente por señalamientos de pesca ilegal o sobrepesca, ante los cuales el gobierno asegura haber respondido con diversas medidas de prevención y con el establecimiento de sanciones. Al mismo tiempo, busca disminuir la captura en altamar.
“Siempre decimos que somos un país de gran tamaño en pesca, pero la mayoría proviene de la acuicultura. La captura es muy poca”, afirmó Zhang Xianliang, presidente de la Asociación China de Pesca, que agrupa a 220 empresas. De ellas, 170 se dedican a la captura y el resto al procesamiento. La pesca de captura representa apenas 18 por ciento del total (13 millones de toneladas de las 73 millones).
Según datos gubernamentales y del Fondo de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el consumo de animales acuáticos en China incluye pescado fresco y congelado, así como mariscos, camarones, mejillones, cangrejos y calamares, entre otros.
El tamaño de la industria también posiciona al gigante asiático como uno de los principales exportadores de estos productos. La Asociación de Pesca en el Exterior señaló que en 2024 se exportaron poco más de 4 millones de toneladas de camarones, carpas, bagres, truchas y cangrejos, con destinos como Estados Unidos, Japón, la Unión Europea y África.
Datos de 2024 de la Asociación China de Pesca en el Exterior indican que el consumo per cápita en ese país alcanzó aproximadamente 56 kilogramos, más del doble del promedio mundial. Foto Jessica Xantomila
Zhang subrayó que China siempre ha sido “responsable” en este sector, por lo que respeta la importancia de la gestión y el uso sostenible de los recursos, además de acatar las obligaciones internacionales.
En conferencia, reiteró que la postura del país frente al combate de las actividades ilegales es “coherente y firme”. Por ello se monitorea la ubicación de los buques en altamar: a nivel nacional todos deben enviar un informe de posición cada hora, mientras en el ámbito internacional el reporte se realiza cada cuatro horas.
Asimismo, existe un sistema de alarma sobre la ubicación de los barcos para evitar que ingresen sin permiso a zonas bajo la jurisdicción de otros países, y se llevan a cabo investigaciones exhaustivas cuando se detectan posibles prácticas ilegales.
En caso de confirmarse un incumplimiento de la ley o de los reglamentos, se aplican sanciones a las empresas y a los buques, que van desde multas y suspensión de operaciones hasta la cancelación o anulación de licencias, señaló Zhang. Agregó que también se ha reforzado la supervisión del transporte de productos.
En cuanto al desarrollo sostenible, enfatizó que China asume las responsabilidades y obligaciones relacionadas con la conservación, protección y gestión de los recursos. Un ejemplo de ello es el estricto control sobre la escala de la pesca en altamar: desde 2016 se mantiene estable el número de buques y flotas, e incluso se prevé reducirlo. También han aplicado otras medidas relevantes, como la veda.
Ye Shaohua, presidente del Consejo de Administración de la Corporación Nacional de Pesca, destacó que los 300 barcos que integran la empresa están equipados con tecnología avanzada para reducir el consumo de energía y ser más amigables con el medio ambiente. Asimismo, explicó que se han mejorado los equipos, herramientas y sistemas de captura para evitar la pesca incidental, incluidos dispositivos de liberación de tortugas.