Londres. La brecha entre los costos del servicio de la deuda de los países en desarrollo y el nuevo financiamiento alcanzó 741 mil millones de dólares entre 2022 y 2024, un máximo de más de 50 años, indicó el miércoles el Banco Mundial, que instó a los países a aprovechar condiciones más flexibles para poner sus casas en orden.
En su informe anual sobre la Deuda Internacional, la entidad crediticia, que tiene su sede en Washington, también halló que los pagos globales de intereses alcanzaron un récord de 415 mil 400 millones de dólares en 2024, a pesar de cierto alivio por la caída de las tasas de interés mundiales.
“Puede que las condiciones financieras mundiales estén mejorando, pero los países en desarrollo no deben engañarse: no están fuera de peligro”, precisó en el informe el economista jefe del Banco Mundial, Indermit Gill, quien agregó que la acumulación de deuda continúa “a veces de formas nuevas y perniciosas”.
Los mercados de bonos se reabrieron para la mayoría de los países al finalizar un largo ciclo mundial de subidas de tasas de interés, allanando el camino a miles de millones de dólares en nuevas emisiones. Pero esto tuvo un costo, ya que las tasas de interés de la deuda en bonos se acercaron a 10 por ciento –aproximadamente el doble que antes de 2020– y las opciones de financiación a bajo costo disminuyeron.
Economías emergentes recurren cada vez más a deuda para financiarse
Los países emergentes también recurren cada vez más a los mercados nacionales de deuda para financiarse. En 50 países, la deuda interna creció el año pasado a un ritmo más rápido que la deuda externa.
El banco dijo que esto era un signo de la evolución de los mercados de crédito locales, pero advirtió que podría reducir los préstamos bancarios locales al sector privado y aumentar potencialmente el costo de la refinanciación debido a los vencimientos más cortos.
Los mercados emergentes reestructuraron casi 90 mil millones de dólares de deuda externa en 2024, un máximo de 14 años, incluidas operaciones en Ghana, Zambia, Sri Lanka, Ucrania y Etiopía y condonaciones de deuda en Haití y Somalia.
Mientras tanto, los flujos netos de préstamos bilaterales se desplomaron 76 por ciento, a 4 mil 500 millones de dólares, un nivel no visto desde la crisis financiera de 2008, obligando a los países a buscar financiación privada más costosa.
Aunque los préstamos multilaterales aumentaron y el propio Banco Mundial prestó la cifra récord de 36 mil millones de dólares, 54 por ciento de los países de renta baja se encuentran ahora en dificultades o afrontan un alto riesgo de endeudamiento.
“Los responsables políticos de todo el mundo deberían aprovechar al máximo el respiro que hay hoy para poner orden en sus asuntos fiscales en lugar de precipitarse de nuevo en los mercados de deuda externa”, dijo Gill.