La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo equiparó a la actual oposición de derecha con el pensamiento que prevalecía antes de la Revolución Mexicana: “quienes hoy reivindican la mano dura, la fuerza por encima de la ley, los que reivindican la ultraderecha o esa libertad que sólo disfrutan los privilegiados, no conocen la historia de México ni a nuestro pueblo”. En la conmemoración del 115 aniversario del inicio de esa gesta, señaló que el porfiriato “es al mismo al que quieren convocar ahora: al del despojo, al exterminio silencioso, al de la esclavitud, al de una prensa callada”.
En este contexto, cuestionó lo que consideró campaña de calumnias en contra de su movimiento, las cuales tienen su origen en que conocen la honestidad de su gobierno. Con la polémica aún vigente por la violenta manifestación opositora del sábado, expresó que quienes la difaman saben que no habrá sometimiento a ningún interés extranjero ni será una figura decorativa o instrumento para quienes estuvieron acostumbrados a robar y a concentrar el poder político y económico.
Acompañada por su gabinete, en una nueva celebración histórica con las fuerzas armadas como protagonistas principales, Sheinbaum destacó que quien “convoca a la violencia, se equivoca. El que alienta al odio, se equivoca. El que cree que la fuerza sustituye a la justicia, se equivoca. El que convoca una intervención extranjera, se equivoca. El que convoca, el que piense que aliándose con el exterior tendrá fuerza, se equivoca. El que cree que las mujeres somos débiles, se equivoca. El que cree que la Transformación duerme, se equivoca”.
En su reivindicación de la honestidad de su gobierno, apuntó que por esa razón es que “la campaña de calumnias, mentiras”, no hace mella, porque el pueblo “sabe que no nos vamos a doblegar frente a la ilegalidad o la injusticia. El pueblo de México está más fuerte porque sabe que, juntas y juntos, defendemos la soberanía, la independencia y la justicia”.
Sheinbaum hizo una larga alusión al origen de la Revolución Mexicana y al régimen autoritario del porfirismo, sostenido con la represión. Más adelante, equiparó a la oposición ultraderechista actual con ese pensamiento porfirista, subrayando que cuando un pueblo reconoce su historia, defiende sus conquistas. Por ello, “¡México no volverá a caminar hacia atrás!”
Aseveró que la justicia se logra sólo en un entorno de paz y tranquilidad, por lo cual no tienen efecto aquellos discursos que buscan normalizar la violencia como camino o que pretenden restaurar un país de privilegios para unos cuantos. “Nada bueno puede surgir de quienes han hecho de la corrupción su modo de vida. Nada puede esperarse de algunos medios que usan su espacio para la calumnia, de algunos comentócratas que cambian de opinión según su conveniencia, ni de los poderosos cegados por la ambición”.
Tras rememorar los excesos del porfiriato, Sheinbaum también llamó a no olvidar el pasado reciente con el régimen neoliberal que generó pobreza, desigualdad y corrupción. En este contexto, dijo que con la llegada de su movimiento se acabó la era de los lujos en el poder, pues se gobierna con ética y honestidad, refiriendo que “la autoridad moral no se compra ni con todo el dinero del mundo, se construye a lo largo de la vida con coherencia y convicciones”.
Por ello, consideró que quien tiene la idea de que las campañas de calumnias y mentiras hacen mella en el pueblo, está equivocado, porque actualmente el poder se ejerce de manera distinta. No hay más imposiciones ni privilegios, afirmó, pues hay democracia; las libertades “no sólo se otorgan desde arriba; se ejercen desde abajo, desde cada barrio, desde cada comunidad”.