Jerusalén.- Fuerzas militares israelíes abrieron fuego el domingo contra fuerzas de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas en el sur del Líbano, en un incidente que la misión de paz de la ONU calificó de grave violación.
Ninguna de las fuerzas de la ONU resultó herida.
Los soldados israelíes abrieron fuego contra dos sospechosos en la zona de El Hamames, cerca de la frontera israelí, y más tarde se dieron cuenta de que se trataba de fuerzas de mantenimiento de la paz de la ONU, según informó el ejército en un comunicado.
El ejército dijo que las fuerzas de paz fueron identificadas erróneamente debido a las malas condiciones meteorológicas. El incidente está siendo examinado.
La Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en el Líbano declaró que las fuerzas israelíes habían disparado desde un tanque Merkava situado en territorio libanés contra las fuerzas de mantenimiento de la paz, que iban a pie. El fuego de la ametralladora pesada cayó a cinco metros de las fuerzas de mantenimiento de la paz, que se vieron obligadas a buscar refugio, dijo.
El tanque israelí se retiró después de que las fuerzas de mantenimiento de la paz se pusieran en contacto con el ejército israelí a través de los canales oficiales, según la FPNUL.
La FPNUL calificó el incidente de "grave violación" de la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU, que, entre otras disposiciones, establece que ninguna fuerza armada debe operar en el sur del Líbano, salvo las fuerzas de mantenimiento de la paz de la ONU y el ejército libanés.
El ejército libanés afirmó en un comunicado que las violaciones israelíes de su soberanía causan inestabilidad en el país y dificultan el despliegue de sus propias fuerzas en el sur.
El ejército israelí ocupa cinco puestos en Líbano y con frecuencia lleva a cabo ataques aéreos en el sur del país que, según afirma, tienen como objetivo el grupo militante Hezbolá, respaldado por Irán.
Israel y Hezbolá acordaron el año pasado un alto el fuego que exigía que el grupo militante libanés no tuviera armas en el sur y que las fuerzas israelíes se retiraran totalmente del Líbano.
Israel acusa a Hezbolá de intentar rearmarse, mientras que el gobierno libanés acusa a Israel de violar el acuerdo al no retirarse y seguir llevando a cabo ataques aéreos.